Descubre quién está vendiendo tus datos para spam
A todos nos ha pasado. De repente, sin saber cómo ni por qué, en nuestra bandeja aparece el típico mail cargado de ofertas de una tienda online cualquiera. Que si te interesa tal producto, que si tienes que aprovechar esta oportunidad irrepetible, que si menudas ofertas... Entonces, frunces el ceño y piensas: “Pero si yo nunca me he registrado aquí, ¿cómo diantres se han hecho con mi dirección de correo electrónico?”.
No es que la memoria te esté jugando una mala pasada: no sería de extrañar que alguna plataforma en la que sí te registraste haya vendido tus datos.
En principio, no es nada grave, que no cunda el pánico. De hecho, hay una artimaña que podemos utilizar para conseguir desenmascarar al traidor que cedió nuestros datos a un tercero sin nuestro consentimiento. Aunque tal vez sí lo tenía... ¿Leíste los términos y condiciones de la última plataforma en la que te inscribiste? Pensemos que sí y que, al final, hicieron lo que les vino en gana.
¿Cómo podemos descubrir quién va por ahí compartiendo nuestra dirección de correo?
Bien sencillo: a la hora de registrarnos en una tienda, en una red social o en cualquier otro sitio de internet, debes añadir a tu dirección de correo el nombre de esa plataforma. Es decir, si nos registramos en Linkedin, será necesario poner Con el símbolo “+” lo que "Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo." conseguimos es que la segunda parte del correo electrónico pase desapercibida para Google, que no lo reconocerá. Sin embargo, la web en la que te registres sí que se quedará con toda la dirección.
De este modo, cuando recibas ese aburrido email que te ofrece tal o cual producto, que te anima a que no dejes pasar una oportunidad irrepetible y otras tantas pamplinas, en la dirección de correo aparecerá el nombre la compañía que ha compartido sin permiso tus datos. Casi sin quererlo, habrás dado caza al culpable y podrás exigirles las responsabilidades pertinentes.
Lo mejor, prevenir
No obstante, la mejor fórmula para evitar tener que llegar a este extremo sea tomar ciertas precauciones a la hora de dar nuestra dirección de correo electrónico. Se trata de una herramienta muy valiosa para nuestro día a día, por lo que no es conveniente que la vayamos compartiendo a diestro y siniestro. Si lo hacemos, luego nos tocará arrepentirnos.
Eso sí, descuida que seguro que las empresas que se encargan de gestionar las campañas a través de las cuales recibimos esos indeseados mails se las ingeniarán para esquivar cuanto antes esta triquiñuela. Por eso, deberemos tomar alguna que otra medida más para evitar que nuestra bandeja de entrada acabe atestada de correos que no sirven para nada, consumiendo un bien tan preciado en Gmail como la memoria.
Además, en un momento en que el 'spam' en internet parece no tener techo, no podemos permitirnos bajar la guardia ni lo más mínimo. En 2015, se incrementó un 180% y, si bien es cierto que las técnicas cambian con los tiempos, los clásicos mails no se extinguirán (por desgracia) tan fácilmente.
Por esto mismo, podemos poner en práctica ciertos consejos aún más sencillos: utilizar varias cuentas de correo electrónico siempre es una buena opción, así como cambiar las contraseñas periódicamente (por si las moscas) o leer detenidamente los términos y condiciones de aquellos servicios a los que cedemos nuestros datos.
Tampoco será una mala idea instalar en nuestro navegador algún filtro ‘antispam’. Por ejemplo, una alternativa que podemos utilizar es Spameo, una extensión de Chrome que consigue que el 'spam' vaya directamente a la basura y no consuma ni un ápice de la capacidad que gratuitamente nos ofrece Google para nuestros correos electrónicos.