4 historias que demuestran por qué nunca es tarde para trabajar en IT
¿El programador nace o se hace? Los 'niños programadores' están de moda y cada vez más colegios enseñan código en alguna de sus asignaturas, pero estos conocimientos también se pueden adquirir de adulto. Muchos programadores que hoy trabajan en 'startups' y grandes empresas se reciclaron y cambiaron de camino al descubrir una nueva pasión.
Álvaro: de filología a Oracle
"Estudié filología hispánica e hice el curso de profesor de secundaria pero no me vi capaz de hacer las oposiciones. Comencé
a trabajar en otras cosas como auxiliar administrativo y terminé de comercial en una empresa de venta de materiales de
construcción, justo antes de la crisis del ladrillo".
"No me sentía lleno ni me aportaba nada. A mí me gustaba la informática y la computación desde siempre, yo y en el colegio di
programación básica. Un amigo desarrollador me comentó que en su empresa metían a gente sin experiencia que empezaba desde cero. Sólo tenía que hacer un curso y, si me gustaba y les gustaba, me tomarían casi seguro".
"Era 2007 y tenía entonces 26 años, todavía vivía con mis padres y me pareció el momento ideal. Hice un curso de
administrador básico de Oracle en una academia. Fueron tres meses en los que me dieron lo básico de bases de datos y SQL,
entré en la empresa tal y estuve siete años allí. Ahora estoy en otra consultora".
"Recomiendo que quien tenga unos estudios intente siempre, si le gusta, trabajar de lo suyo; pero que no le afecte si no lo
consigue: mientras seas joven y tengas impulso siempre es buen momento para intentarlo. Yo estoy muy orgulloso de lo que
estudié, pero conozco más casos de gente que ha sido capaz de cambiar y no pasa nada".
Marcos: de la hostelería al FP
"Mi familia ha vivido siempre de la hotelería. Cuando tenía quince años e iba al instituto era bastante 'vago' y me dijeron:
'¿No querés estudiar? Pues al bar'. Estuve casi dos décadas, puse un pub y un restaurante a la vez y al final acabé harto y
lo dejé. Me salió un trabajo de repartidor de café y me metí en el mundo de los comerciales vendiendo gas, luz, telefonía y
seguros".
"Tendría 32 años cuando cambié. Siempre me había gustado la informática, soy el típico que arreglabla las computadoras de los
amigos, y vi un módulo de grado superior de desarrollo de multiplataforma de dos años y me metí. Consistía en desarrollar
aplicaciones, pero el primer día que fui a clase no sabía nada de programación, ni siquiera sabía que iba a programar. Hasta
entonces tenía nivel usuario, ¡no sabía dónde me metía!".
"Estuve un año en una empresa, primero de becario, haciendo experiencia. Ahora estoy fijo en una compañía que desarrolla
'apps' para otras desde hace un año y medio".
"Yo aconsejo a quien le interese que se meta. Me gusta darle al coco aunque es paliza, pero no lo cambio aunque tenga que
trabajar algún sábado"
Jorge: bibliotecario autodidacta
"Yo estudié bibliotecario y documentación, aunque siempre me gustó más la informática. Ahora que lo pienso no sé por qué me
decidí por bibliotecario, si he tenido computación desde siempre y me gustaba más programar que jugar, me decían que no podía ser bueno estar todo el día con el PC. Pero la vida me llevó a trabajar en bibliotecas pero me llamó la atención este mundo
en el que se crean cosas que luego funcionan, me parecía mucho más divertido".
"Soy autodidacta: empecé de pequeño con el lenguaje de programación BASIC en mi Commodore 64. Cuando llegó internet me abrió un mundo y pude aprender por mi cuenta. He hecho cursos, claro. A la velocidad que evoluciona este sector o te formas o te quedas atrás. Tendría unos 29 años cuando entré en mi empresa actual, en la que ahora soy responsable de departamento web y nuevas tecnologías".
"Las tecnologías se actualizan tanto que nunca es tarde para aprender, cualquiera que tenga interés se puede meter. Este
mundo cambia tan deprisa que no hace falta tener carrera ni llevar mil años, aunque yo aconsejo formarse en la medida de lo
posible. En cualquier caso ahora sacan un nuevo lenguaje de programación para hacer 'apps' y el primero que se lo sepa se
convierte en experto".
"Hay que pasar muchas horas delante de la computadoray te tiene que gustar, pero siempre hacen falta programadores".
Pau: de piloto militar a un curso intensivo
"Quería ser piloto militar y estudié programación para ello, pero luego por cuestiones médicas no pude hacer la carrera
militar y empecé ingeniería informática, aunque no la acabé. La verdad es que siempre me había interesado la informática,
desde pequeño, y ya había hecho cursos y formación autodidacta".
"Con treinta años cerré la empresa que tenía, di un giro radical e hice un curso intensivo bastante completo llamado
Ironhack. Consistía en un mes de preparación previa y de otros dos más con horarios de 9 de la mañana a 8 e incluso 10 de la
noche, más un proyecto final".
"En este sector la edad no tiene ningún tipo de importancia: priman sólo los conocimientos, la formación y tu capacidad de
aprendizaje. Dan igual tu procedencia o si has trabajado en un sector u otro, de hecho eso es positivo. Una compañera mía
durante el curso era ama de casa y ahora es programadora en una empresa. Además, el rango de sueldos con la escasez actual es muy bueno, así como las condiciones. No te va a faltar trabajo".
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Fuente: El Confidencial (España)