Adoptar la nube significa actualizar las redes
Las predicciones del crecimiento rápido en la adopción de la computación de nube están llegando a buen término, con un asombroso número de proyectos de gran y de menor escala en la agenda. Las empresas están acudiendo en masa al medio, no solo como una forma de reducir gastos y ayudarles a escalar mejor, sino como un medio para ser más ágiles y competitivas. La expectativa es que la demanda –y el tráfico de nube– solo seguirá aumentando. Cisco, por ejemplo, dijo que más de cuatro quintas partes de todas las cargas de trabajo serán procesadas por centros de datos en la nube para el año 2019, con los datos de nube de IP globales representando el 83% de todo el tráfico IP.
A este ritmo rápido y furioso, hay una preocupación real de que las organizaciones que están corriendo hacia la adopción de la computación en nube no están tomando un enfoque metódico para la actualización de sus infraestructuras de red. Dado el enorme crecimiento de las nubes híbridas –donde las cargas de trabajo se mueven entre dos o más nubes, incluidas las instalaciones locales– no tener una red optimizada para soportar el tráfico de nube puede ser un descuido desafortunado que podría impedir el rendimiento e introducir inestabilidad.
Agregar ancho de banda es solo una consideración; el departamento de Sistemas también tiene que considerar cómo los elementos de diseño y las estrategias de ejecución pueden ayudar u obstaculizar los esfuerzos para obtener el máximo beneficio de trabajar con la nube. Entre estas consideraciones:
¿Los equipos de red optimizan el tráfico en función del tipo de carga de trabajo?
¿Es robusta la infraestructura de red, y tiene la organización herramientas para garantizar la estabilidad y la seguridad de la red?
¿La red proporciona una experiencia consistente y de alto rendimiento para el usuario final?
¿Se ha comprometido la organización con tecnologías emergentes, tales como redes definidas por software, para mejorar su inversión en la nube?
Una de las claves para tener una red que facilite un rendimiento óptimo de la nube es la capacidad de gestión. Esto puede ser un reto, ya que las empresas buscan conectar y migrar las cargas de trabajo de las aplicaciones en las instalaciones a los recursos en las nubes, fuera de las instalaciones. Desde una perspectiva de infraestructura, las empresas están buscando optimizar sus redes para obtener un mejor manejo del entorno.
Emplear técnicas tales como la implementación de un diseño de red más plano –que elimine la capa de agregación y aplique una arquitectura de uno o de dos niveles– puede simplificar tanto la planificación, como la administración. Eliminar un nivel de conmutación permite la conectividad directa entre los servidores y los nodos, lo que reduce la latencia y recorta los gastos de soporte operativo.
Muchas empresas también optan por segmentar sus redes a lo largo de las líneas de negocio. Al adoptar este enfoque, cada línea de negocio obtiene los recursos informáticos y de aplicaciones que necesita.
La seguridad es crítica, no solo para asegurar que los recursos de la nube están protegidos, sino que también están disponibles. La naturaleza virtual y altamente distribuida de la computación en la nube oscurece la visibilidad y hace desafiante la identificación y el aislamiento de las amenazas.
Los productos de seguridad son una parte de la ecuación. Las políticas y prácticas son igual de importantes. Las organizaciones deben asegurarse de que han elaborado políticas eficaces y, a continuación, comunicar dichas políticas al personal y colaboradores externos que pueden tener acceso a recursos de red.
Todos los elementos de seguridad, junto con la gestión del servicio, son críticos para el mantenimiento de una infraestructura de red estable y de alta disponibilidad, que proporcione el conducto para la adopción de la computación en nube. Es crucial que las empresas hagan la inversión inicial en el diseño para soportar una red que está optimizada para transportar tráfico de nube. Como muchas organizaciones están aprendiendo, simplemente añadir un switch más grande no es suficiente. En lugar de eso, Sistemas tiene que mirar el diseño de redes de manera integral y considerar futuras innovaciones antes de invertir.