Shenzhen: ¿qué se puede encontrar en un supermercado tecnológico chino?
Rodeado de rascacielos y fuentes de innovación, en una transitada calle de Shenzhen, encontré uno de esos peculiares supermercados tecnológicos de China. Casi cualquier producto tecnológico que podías esperar, estaba allí. Desde cables hasta drones. Todo. Absolutamente todo.
Obviamente no podía perderme aquel festival de luces y originalidad. Quería conocer de primera mano todo lo que aquel peculiar mercado chino podía ofrecer. No defraudó en absoluto.
¿Vendes iPhone? Eso es suficiente para llamarte “Apple Store” en China. Bueno, si lo que vendes son copias de iPhone, también, no nos vamos a poner en suizos. Y puede que tu vecino haga lo mismo que tú.
En el resto del mundo se alaba el servicio técnico de empresas como Apple por su eficiencia (cinco días hábiles, por lo general). En China, cualquiera de estas tiendas te repara tu teléfono en lo que tardas en ir al baño. ¿Un cambio de pantalla? Unos veinte euros y el tiempo de un café. ¿En Apple? Más de cien euros y varios días laborables. ¡Bendita eficiencia!
“Mira qué copia tan exacta del iPhone 7 Plus Jet Black”, decía a uno de mis acompañantes. Cinco minutos más tarde, dudaba si era una copia o un iPhone original. Y así con casi cualquier producto. Otra cosa quizá no, pero precisión para copiar no faltaba.
Marcas, diseños y nombres que nunca habías escuchado. Todos allí. Formatos de redondos, smartphones Android con un form-factor similar al Nokia E81, cámaras triples...
Lo sorprendente es que aquel parque de atracciones tecnológico no solo basaba su oferta en teléfonos móviles. También podías encontrar drones —copias, obviamente—. E incluso cámaras y objetivos.
La “Geniushar” es la versión 2.0 de la Genius Bar de Apple. Allí reparan un teléfono en cinco minutos. Y, obviamente, no tiene que ser de Apple. Me dijeron que, si llevas un Cadillac, también te hacen el cambio de aceite. Eficiencia y versatilidad máxima.
Allí descubrí que Samsung, Apple y Huawei tienen un acuerdo secreto para comercializar productos en conjunto. En una "Apple Store" también podías comprar el último teléfono de Samsung o Huawei. Y viceversa.
Entrar allí era lo más parecido a una plaza de abastos clásica de pueblo. Vendedores incisivos, mostradores repletos de productos… y también hay lugar para productos como un iPhone 7 en azul (edición limitada para Shenzhen) ¿?
Vía: Hypertextual