10 películas que todo emprendedor IT debe ver
Si la pequeña pantalla ya ha demostrado ser de utilidad para que los emprendedores saquen en claro alguna que otra valiosa lección gracias a las tres temporadas de Silicon Valley, el mundo del celuloide no se queda atrás. Aunque no estén ambientadas en el epicentro de la industria de las startups como la serie de la estadounidense HBO, hay películas cuyas historias pueden ser igual de útiles e inspiradoras.
La red social
Fue en 2010 cuando la gran pantalla acogió la historia del nacimiento de Facebook. Más allá del ejemplo que pueda suponer la creación de una de las tecnológicas más valiosas del mundo, la película puede ser útil al mostrar las distintas piedras con las que se puede encontrar un emprendedor en su camino: desde las horas del tiempo libre dedicadas al proyecto hasta las batallas legales con competidores o incluso socios. El camino de Zuckerberg hasta tener una red social con más de 1.600 millones de usuarios no ha sido de rosas, precisamente.
Jobs
Si la creación de Facebook encierra más de una lectura para los emprendedores que pretendan emular a Zuckerberg, la historia de Apple no iba a ser menos. Steve Jobs es una de las figuras más inspiradoras de los últimos tiempos y las versiones cinematográficas de su vida son prácticamente de obligado visionado para aquellos que anhelen sacar una idea adelante. Tanto Jobs, protagonizada por Ashton Kutcher, como Steve Jobs, con Michael Fassbender, repasan la biografía del padre de la compañía de la manzana mordida y comparten un consejo con La red social: abandonar la universidad para dedicarse en cuerpo y alma a una buena idea puede merecer la pena.
El lobo de Wall Street
Saliendo del mundo de la tecnología, esta película protagonizada por Leonardo DiCaprio también tiene su vertiente didáctica. Entre excesos y delitos fiscales, el agente de bolsa al que da vida el por fin oscarizado actor demuestra que el liderazgo tiene un peso importante en cualquier proyecto. Además, también es clave encontrar un equipo adecuado en el que el talento sea el denominador común.
Wall Street
Casi tres décadas antes del éxito de DiCaprio bajo la dirección de Martin Scorsese, Michael Douglas protagonizaba otra película con el mercado bursátil más famoso del mundo como escenario. Con mucho menos desenfreno que la cinta de 2013, Wall Street permite conocer de cerca cómo se gestionan las carteras de valores, de qué depende la valoración de las empresas y aprender algo de ética, por mucho que Gekko, el personaje al que da vida Michael Douglas, defienda que “la codicia es buena”.
Ciudadano Kane
Incluso en el cine de los años 40 puede encontrar algo de inspiración el emprendedor del siglo XXI. Si bien esta historia de Orson Welles es, en realidad, la historia de un excéntrico magnate de la prensa que no tuvo que luchar precisamente para encontrar inversores, es útil ver cómo el personaje al que encarnó el propio Welles es capaz de reinventar su trayectoria y la de su empresa en varias ocasiones. Además, la lección principal de la película, esa que aparece envuelta por el misterioso nombre pronunciado por el protagonista en su lecho de muerte (Rosebud), no es otra que la necesidad de hacer lo que nos haga felices, algo que cualquier emprendedor debe tener siempre presente a la hora de pelear por su proyecto.
Cocktail
Un proyecto mucho más pequeño que el de Orson Welles es el que Brian Flanagan (Tom Cruise) trata de poner en marcha en Cocktail. Se trata de una coctelería en Nueva York, un establecimiento para sacar provecho de toda esa riqueza que generan las finanzas de la ciudad estadounidense. La perseverancia y la ambición son las claves de esta historia que comienza con un muchacho salido del Ejército y graduado en Empresariales que anda perdido tras la barra de un club nocturno.
Forrest Gump
De perseverancia también sabe algo Forrest Gump, al que dio vida Tom Hanks allá por 1994. Más allá de su capacidad para adaptarse a todos los cambios de su intensa vida y de afrontar las dificultades que se le plantean en el camino, el orgulloso fundador de la Bubba Gump Shrimp Company es un emprendedor nato. De hecho, tras su éxito en el sector de la pesca, Gump termina con acciones de Apple en su poder que ahora harían de él un empresario millonario. Todo gracias a su esfuerzo y a haberse rodeado del mejor equipo posible: Bubba y el teniente Dan.
Full Monty
Si bien se hizo popular por plantear la historia de unos obreros británicos metidos a strippers, lo cierto es que la película plantea una valiosa lección para cualquier emprendedor: la capacidad de reinventarse ante una situación de crisis es casi obligatoria a la hora de poner en marcha un proyecto. En ocasiones, la mejor (y única) salida es buscar algo verdaderamente innovador para seguir adelante. Aunque no tiene por qué ser desnudarse por dinero, claro.
Piratas de Silicon Valley
Volviendo al mundo de la tecnología, los padres de una startup pueden recurrir a esta película con tintes documentales del año 1999. Con ella es posible empaparse de ese ambiente que se vivió hace décadas en la que es hoy la meca de los emprendedores: el origen de los ordenadores personales, la rivalidad entre Apple y Microsoft o la relación de Steve Jobs con Bill Gates son algunos de los hechos prácticamente históricos (aunque con algún error puesto ya de manifiesto por personalidades como Steve Wozniak) a los que nos acerca Piratas de Silicon Valley. Historia para emprendedores.
Los becarios
Si bien Vince Vaughn y Owen Wilson no pretenden desarrollar producto alguno ni crear su propia empresa en esta película de 2013, su capacidad a la hora de superar las dificultades es ejemplar. Dos vendedores de relojes de cierta edad intentan entrar en Google como becarios. Una situación con tintes anacrónicos que, en realidad, permite poner en valor la importancia de formar un equipo multidisciplinar en el que todos puedan aportar algo. Además, una lección queda clara en la película: nadie debe decirte lo que no puedes hacer.