¿Cuáles son las tres modalidades mas comunes de Fibra Óptica?
¿En qué se diferencian exactamente estos tres modelos? ¿Por qué los operadores de telecomunicaciones optan por una u otra alternativa? Te lo explicamos a continuación:
FTTH (fiber-to-the-home)
Las primeras de las siglas son FTTH (fiber-to-the-home), la conocida como fibra por excelencia, la fibra ‘de verdad’. Hablamos de una conexión de fibra que va desde la central hasta la oficina o el establecimiento que tiene contratado el servicio, de forma directa y sin ninguna clase de bloqueos o cambios de línea. 100% pura fibra, que podríamos decir.
Gracias a que solo hablamos de fibra óptica en todo el camino, se trata de la alternativa que ofrece un mayor rendimiento y la mayor de las estabilidades. De hecho, los despliegues FTTH permiten velocidades de hasta 1 gigabit por segundo en descarga y otros 200 Mbps de subida.
Sin embargo, todo eso tiene un precio: FTTH es la fibra óptica con un mayor coste y mayores dificultades de despliegue en zonas rurales o donde no existe una demanda suficiente para dar cabida a una instalación tan ambiciosa en todos los hogares.
FTTC (fiber-to-the-cabinet)
En un segundo escalafón nos encontramos con la opción del FTTC (fiber-to-the-cabinet). En este caso hablamos de un modelo en el que la red de fibra óptica llega a un stand ubicado cerca de las casas y oficinas donde ha de usarse esta tecnología. Estos puntos de conexión, también llamados armarios o cabinas de telecomunicaciones, generalmente se encuentran a una distancia de 300 o 500 metros de los destinos finales.
Entonces, ¿cómo se conecta la fibra con el hogar final? Con esta solución,se emplea el tradicional cable de cobre para cubrir la última milla, con lo que se pierde algo de rendimiento (las velocidades pueden exceder los 100-200 Mbps de descarga, pero no mucho más allá) a cambio de un precio mucho menor -casi comparable al del ADSL-.
FTTS (fiber-to-the-street)
Finalmente, y siguiendo en el escalafón bajo de la fibra óptica, nos encontramos con otro tipo de conexión: FTTS (fiber-to-the-street). Muy parecida a la modalidad anterior, con FTTS nos referimos a que el despliegue de red de banda ancha no llega directamente ni a la casa ni a la oficina de los abonados, sino que ésta se acaba en un armario cerca del edificio (a unos 150-200 metros). Y, de nuevo, para llegar al punto final, se apuesta por el par de cobre de toda la vida.
Las infraestructuras FTTS también tienen bajos costes y tiempos de despliegue reducidos en comparación con el FTTH: igual que en el caso anterior, la tarifa mensual será más baja que la de un FTTH, pero el rendimiento nunca alcanzará los niveles de una fibra óptica que llegue directamente a nuestra casa, sin pasar por cabinas y cables de cobre.
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