A lo largo de más de 20 años, en Fundación Proydesa hemos tenido la oportunidad (y la satisfacción) de ver y vivir muchas situaciones gratificantes. Historias de éxito. Así las llamamos. Historias cuyos protagonistas forman parte de la comunidad educativa de la Red Proydesa. Marcelo Bonasso cursó CCNA y egresó de Cisco Networking Academy hace ya varios años. Hoy nos visita con su hija Anabella, quien empezará con nosotros a dar sus primeros pasos en CCNA. Así nos cuentan cómo y por qué una nueva generación de la familia Bonasso se introduce al mundo del networking:
¿Cómo empezó la relación con Fundación Proydesa?
Marcelo: Por el tema de mi trabajo en la compañía Telecom, en sistemas de alta velocidad y redes de conmutación. Siempre tuve la inquietud de hacer algo y convencí a dos compañeros más jóvenes para que hicieran el curso conmigo. Les cambié la vida.
Anabella: Yo estaba con el tema diseño. Empecé haciendo una página web con unas amigas y ahí surgieron un montón de oportunidades. Ahora quiero empezar con esto.
¿Cuáles fueron los cambios más significativos a nivel profesional, si los hubo?
Marcelo: Tengo el orgullo de que estos chicos encontraron una profesión con esto, y yo también. Este es un mundo que me encanta. Y a ella también le está empezando a gustar. Los últimos 10 o 15 años han estado marcados por la evolución de la tecnología. ¿Qué lugar ocupa la tecnología en el ámbito familiar? Marcelo: Todo. Nuestra casa es un lugar de tecnología. Hasta los 27 años fui disk-jockey y la tecnología siempre estuvo conmigo. Ahora en mi casa tengo instalados ruteadores, antenas y servicio para todas las PCs y notebooks. Y además el celular, un smartphone. El más chiquito, que está en jardín de infantes, nos mira todo el tiempo y usa la computadora sin problemas.
Anabella: Para nosotros es más fácil. Nacimos viendo la tecnología en nuestra casa y en todas partes. Copiamos y aprendemos viendo y usando.
Los últimos 10 o 15 años han estado marcados por la evolución de la tecnología. ¿Qué lugar ocupa la tecnología en el ámbito familiar?
Marcelo: Todo. Nuestra casa es un lugar de tecnología. Hasta los 27 años fui disk-jockey y la tecnología siempre estuvo conmigo. Ahora en mi casa tengo instalados ruteadores, antenas y servicio para todas las PCs y notebooks. Y además el celular, un smartphone. El más chiquito, que está en jardín de infantes, nos mira todo el tiempo y usa la computadora sin problemas.
Anabella: Para nosotros es más fácil. Nacimos viendo la tecnología en nuestra casa y en todas partes. Copiamos y aprendemos viendo y usando.
Los hijos suelen heredar de sus padres el gusto por diferentes cosas: profesión, deportes, música, etc. En este caso, ¿podemos hablar de una herencia?
Anabella: Totalmente. Todo esto me gusta por él, y porque me gustó me metí con todo en la tecnología. Quizá la uso demasiado, y tengo que controlarme.
Marcelo: Y también al revés. A mí me gusta la música que ella escucha, por ejemplo. Y en cuanto al tiempo en la computadora, hay que regularlo. Como yo estoy todo el tiempo en el trabajo con la tecnología, en mi casa la uso mucho para jugar. Me distiende.
¿Qué relación tienen con las redes sociales como Facebook o Twitter?
Marcelo: yo tuve una experiencia extraordinaria. Me permitió encontrar gente en el mundo real. Me reencontré con mis compañeros de la escuela primaria. ¡A algunos estamos de 30 años!
Anabella: Yo uso todo: Facebook, Twitter, Tumbler. En mi caso siempre me ayudó como canal para compartir información. También para encontrar amigos. De hecho me encontré con unos primos de tercer grado que no nos conocemos personalmente.
¿Cuáles son las expectativas de esta nueva etapa que se inicia?
Marcelo: Todas las expectativas. Vi en ella la predisposición. Sé que le va a gustar y le va a servir. Por eso asumo el sacrificio que significa que pueda estudiar. Manejar la tecnología de Cisco le va a ser muy útil.
Anabella: Tengo confianza en que lo voy a poder hacer. Además, tengo a mi papá para que me ayude cuando lo necesite.