En nuestra última encuesta del portal, “¿Qué dificultades has notado para incorporar las herramientas informáticas en tu entorno laboral?” casi la mitad de los consultados se ha referido a la falta de capacitación del personal como el aspecto clave.

Otros dos grupos mucho menores de consultados han optado por afirmar que las dificultades residen en la poca aceptabilidad a los cambios por parte del personal, o bien las atribuyeron a la escasa disponibilidad de equipos y materiales informáticos.

Por último, solo un 10% no ha notado ese tipo de dificultades, o cree que se han superado y son parte del pasado.

El desarrollo de las nuevas tecnologías, sin dudas, ha transformado los sistemas de trabajo. Que existan incorporaciones tecnológicas supone una ventaja competitiva que debiera acercar a empleados y empleadores y mejorar la calidad de vida laboral y social. Pero, para que esto ocurra, a pesar de que es prácticamente obvio que de las nuevas tecnologías en el ámbito laboral se derivan consecuencias medibles en cuanto a una clara disminución de costos, en el desarrollo de los cambios, las empresas no deben dejar de ser conscientes de la noción de capital humano y de la diversidad en los recursos humanos.

Las nuevas tecnologías, frecuentemente, flexibilizan el entorno de trabajo. Su utilización supone una transformación interna de las organizaciones y la adopción integral de nuevos modelos.

Dicho esto, se deduce que las dificultades en la incorporación tecnológica no nacen de la estructura empresarial sino de la cultura organizacional, porque el proceso se debe acompañar de un cambio en la mentalidad, buscando controlar los resultados del trabajo y no tanto las tareas o el tiempo que insumen.

Volviendo al problema más destacado por nuestros consultados, es la falta de formación en la utilización de las nuevas tecnologías un obstáculo importante. Es fundamental superarlo, ya que la tecnología debe ser la aliada perfecta para favorecer el trabajo, nunca debe suponer una carga.

Por otro lado, en las pequeñas y medianas empresas es donde tal vez se observan dificultades por los altos costos involucrados en incrementar la infraestructura tecnológica y, en donde es mayor la falta de capacitación e información, lo cual genera dudas sobre la utilidad en la aplicación a los procesos habituales. La ayuda del Estado como “consultor” en gestión del conocimiento y “promotor” tecnológico aparece como ineludible en estos casos.

Lo notable es que, entre las organizaciones que tienen marcados firmes objetivos de largo plazo, existe hoy la necesidad de lograr el objetivo del equilibrio entre la vida personal y laboral. La incorporación de nuevas tecnologías amplía el espectro de posibilidades en la organización del trabajo que benefician este equilibrio.