Aunque la creatividad literaria se figure como un asunto de profunda esencia analógica, las musas comienzan a generar vínculos con la oferta tecnológica. Comenzamos el recorrido repasando aplicaciones entre las que se incluyen agendas para escritores, grabadoras a mano para no dejar pasar buenas ideas, e incluso herramientas que brindan pautas para mejorar la destreza en este arte. Rematamos este repaso analizando la siguiente incógnita: ¿Podrán las máquinas, en un futuro cercano, escribir en forma creativa y autónoma?
Fuente y más información: DATTAMAGAZINE.COM