LI FI: la tecnología que nos conecta a internet mediante la luz
¿Te acordás cuando nos conectábamos a internet con una flamante velocidad de 256K? El ruido del módem conectándose a la línea de internet constituyó la mejor banda sonora para millones de usuarios.
Atrás quedaron esas velocidades del Pleistoceno digital, ya que todas las compañías de internet se pelean con fuerza para ofrecer a los usuarios velocidades de conexión que hace diez años no habríamos imaginado ni locos. Y en esta carrera de conexiones parece que pronto tendremos un competidor muy, pero que muy interesante.
Se trata de LiFi, un nuevo tipo de conexión inalámbrica desarrollada por diversos investigadores de la Universidad de Edimburgo, Strathclyde y Oxford St. Andrews en un proyecto en el que se han invertido nada menos que 5,8 millones de libras con el objetivo de ofrecernos conexiones a internet que se ejecutan a través de una bombilla, nada menos.
La conexión LiFi tiene un punto de partida concreto: una luz visible ultraparalela que, multiplicando sus propios colores, puede generar una conexión de altísima amplitud y velocidad. Las antenas LiFi se instalan en un chip para bombillas LED, que de este modo se convierten (siempre y cuando estén encendidas) en emisores de señal inalámbrica para todos tus dispositivos. Son precisamente los impulsos de luz visible (imperceptibles para el ojo humano) los que generan una conexión cercana a los (ojo) 500 megas. Casi nada.
Sin embargo, también tiene algunas desventajas. En primer lugar, que tu dispositivo tendrá que estar configurado para poder disfrutar de esa tecnología. Cualquier teléfono u ordenador actual lo está, pero si tienes un PC viejo es probable que no. En segundo lugar, la desventaja más evidente: para conectarte tendrás que tener las bombitass encendidas, con lo que tu recibo de la luz subirá inevitablemente (aunque también es raro navegar a oscuras)
¿Sustituirá a la WiFi?
Una de las preguntas que surge ahora es: ¿podrá la LiFi sustituir a la WiFi? Desde luego, y si tenemos en cuenta las declaraciones de estos investigadores, parece evidente que este tipo de conexión será, en ocasiones, mucho más rápida que las actuales basadas en WiFi. Sin embargo, los desarrolladores de la tecnología aseguran que no tiene por qué desplazarla, sino que ambas pueden complementarse y vivir juntas.
En cualquier caso, al final su éxito o no dependerá de dos factores: en primer lugar, que las compañías encargadas de suministrarla quieran o no implementarla. En segundo lugar, el precio que le pongan. Por lo pronto, parece un tipo de conexión que será más usada a nivel profesional que para el consumo del usuario medio.