La carga eléctrica inalámbrica ya es una realidad
Si toda su historia Disney se dedicó a estimular nuesta imaginación con historias de fantasía, ahora parece haber metido la reversa y quiere traer a la realidad el sueño de Nikola Tesla: su división de investigación y desarrollo ha creado un sistema que puede abastecer energía de forma inalámbrica a todos los dispositivos que se encuentran en una habitación pequeña. Dicho de otro modo, es una red de carga inalámbrica como la soñó Tesla hace casi un siglo.
Aunque todavía falta mucho tiempo y desarrollo antes de que podamos ver algo así llegar a nuestros hogares, el sistema ha sido probado y puede cargar varios dispositivos en una habitación de forma simultánea (incluyendo smartphones, lamparitas o hasta un ventilador), con una efectividad de entre 40% y 95%, según publicó Disney en un estudio.
Para que este sistema funcione, requiere de modificar una habitación por completo cubriendo todas sus paredes y el techo con paneles de aluminio, además de instalar un tubo de cobre en el centro de la habitación que va desde el suelo hasta el techo. El tubo cuenta con un sistema de 15 condensadores (o capacitores) que crean una señal eléctrica con cierta frecuencia de resonancia. Esto crea un campo magnético en toda la habitación que provee 1.900 vatios de energía.
Para que un dispositivo reciba energía usando este sistema tiene que conectarse a una bobina receptora que haya sido ajustada para resonar a la misma frecuencia.
Sus responsables aseguran que este campo magnético no es nocivo para los humanos, dado que podemos absorber la energía sin que suponga un riesgo para nosotros. Sin embargo, el campo magnético no debe estar inutilizado o puede ser peligroso para las personas. Esto quiere decir que el sistema debe estar dando energía a un grupo de dispositivos constantemente si queremos entrar a la habitación. Además, nadie debe acercarse a menos de 46 centímetros del tubo de cobre.
De nuevo, se trata de un sistema que está en pleno desarrollo y supone un gran avance hacia un futuro en el que nos olvidemos de los cables en nuestras habitaciones y oficinas, de una vez por todas.
Vía: Ars Technica