USB Type C: ¿se convertirá en el próximo estándar de conexión entre dispositivos?
En Enero de 1996, cuando la conectividad externa de los ordenadores se basaba, principalmente, en puertos serie y puertos paralelos, Intel diseñó una moderna conexión multipropósito «Plug and Play» y de menor tamaño que cualquiera de las existentes en aquellas fechas. Aquella nueva especificación que incorporó un novedoso conector se llamó USB 1.0.
El desarrollo fue ejecutado por Intel, concretamente fue un diseño de Ajay Bhatt, aunque auspiciado bajo el control de un consorcio de empresas como Intel, Microsoft, IBM, Compaq, DEC, NEC, y Nortel. Aquel conector USB 1.0 rápidamente se extendió creando un estándar usado para todo tipo de periféricos. Al final, otros conectores como el puerto serie, puerto paralelo, o el puerto de juegos, terminaron por desaparecer de los ordenadores.
Desde la salida del USB 1.0 fueron apareciendo progresivamente nuevas versiones mejoradas y más rápidas de la especificación como el USB 1.1, 2.0, 3.0, o 3.1, y desde aquella ningún estándar de conexión ha logrado copar la conectividad en informática como logró hacerlo el estándar USB.
Pasados 18 años, en agosto de 2014, el foro USB-IF («USB Implementers Forum») que componen el consorcio de empresas culpables del estándar USB, decidió implementar un nuevo conector llamado USB Type-C o USB-C. En definitiva, podríamos decir que el USB Type-C es el nuevo conector que puede ser usado en cualquiera de los estándares USB. Es importante dejar claro que el USB Type-C es, simplemente, un nuevo conector para un estándar USB ya existente; no es un nuevo bus de conexiones.
¿Qué ventajas aporta el USB Type-C? La primera; es un conector reversible, y esto quiere decir que se puede introducir en ambas orientaciones y funcionará. También se ha reducido el tamaño, y con el nuevo USB 3.1 podrá disponer de mayor tasa de transferencia de datos de forma nativa —recordando que el conector USB Type-C puede venir acompañado de cualquiera de las especificaciones partiendo del USB 2.0—. La ventaja más importante, quizás, es que el nuevo conector busca estandarizar todas las conexiones de tipo USB en todo tipo de dispositivos, porque existen conectores USB, micro USB, USB Micro-B, USB Type-A, etcétera. Por ejemplo, cada cámara de fotos se conecta mediante USB a un ordenador, pero el lado del cable que conecta con la cámara cambia en función al fabricante del propio dispositivo. La idea es que todos los dispositivos usen el conector USB Type-C de la misma forma que los dispositivos Android utilizan el mismo conector independientemente del fabricante.
Una de las principales novedades del conector USB Type-C es la nueva característica USB Power Delivery que aumenta, en importante medida, el limite de transferencia de energía. Es importante aclarar que el conector USB Type-C incorpora nativamente un aumento de energía disponible para usar si es acompañado de la especificación USB 3.1; la nueva característica USB Power Delivery aporta mucha más energía todavía. La característica USB Power Delivery permite, por ejemplo, cargar no solo pequeños dispositivos con batería de baja capacidad, sino también la propia batería de un portátil usando el nuevo conector USB en lugar del cable de carga propietario incluido por cada fabricante. Podríamos afirmar que la carga es bidireccional en el cable USB Type-C que disponga de USB Power Delivery. Pero… ¡cuidado! No todos los cables con conector USB Type-C incluirán la nueva especificación USB Power Delivery.
¿Quién proporciona USB Type-C en sus productos? Por ejemplo, ASUS, que comenzó a incluir el conector en ordenadores de sobremesa, para terminar por ser incluido, también, en sus equipos portátiles. Posiblemente, el primer fabricante en incluir el conector fue Apple al ser incluido en Marzo de 2015 en el nuevo Macbook. La consola Nintendo Switch, lanzada en octubre de 2016, incluye conectores USB Type-C.
Todavía es pronto para afirmar rotundamente que el conector USB Type-C se puede convertir en el próximo gran estándar de la conexión de dispositivos, pero está claro que su menor tamaño, reversibilidad, y su mayor posibilidad energética, lo pueden convertir en el próximo conector estándar en estar presente en todos los dispositivos informáticos.