Existe un gran desconocimiento sobre el funcionamiento de las redes Wi-Fi. Si tenemos opción de elegir entre Wi-Fi de 2.4 GHz y el de 5 GHz, el ser humano tenderá a escoger el último por la cifra, presuponiendo que será mejor. Pero no siempre es así...
Una red Wi-Fi puede ejecutarse en dos bandas o frecuencias diferentes: 2.4 GHz y 5 GHz. La primera de ellas es la más antigua y admite velocidades de hasta 54 Mbps; mientras que los 5 GHz permiten alcanzar hasta 866 Mbps.
El Wi-Fi de 2.4 GHz está compuesto por 14 canales, el de 5 GHz por 25. ¿Qué significa en la práctica? Al contar con más canales, la red de 5 GHz sufre de menos interferencias que la de 2.4 GHz.
Además, como la frecuencia de 2.4 GHz es mucho más antigua, también es utilizada por un mayor número de personas; mientras que, pocos son los que aprovechan los 5 GHz. Para hacer una comparación, la frecuencia de 2.4 GHz es como entrar a un bar, pequeño y lleno de gente; por el contrario, los 5 GHz se asemejan más a un gran restaurante en el que hay mesas de sobra.
Hay que tener en cuenta que solo los dispositivos de última generación podrán detectar y conectarse en dicha frecuencia. Basta con entrar en la configuración del dispositivo y buscar si es compatible con Wi-Fi AC. Si es así, podrás utilizar la frecuencia de 5 GHz.
Con el paso de los años, también puede pasar que la red de 5 GHz esté más saturada que la de 2.4 GHz; aunque, por ahora la situación es distinta.
Otra de las diferencias entre ambas frecuencias radica en su alcance. Cuanto mayor sea la frecuencia menor rango podrá cubrir. Así, las redes de 5 GHz tendrán una peor cobertura que las de 2.4 GHz. Además, las de 5 GHz sufren más para traspasar objetos sólidos, como paredes u otros elementos.
En definitiva, si te vas a conectar a una red de 5 GHz lo ideal es que estés relativamente cerca o la conexión no te rendirá como es debido. Lo mismo ocurrirá si entre el router y nuestro dispositivo conectado hay demasiados objetos sólidos.
Como ejemplo, si vives en un domicilio chico no deberías tener problemas de conexión con la frecuencia de 5 GHz. En cambio, si tu hogar cuenta con muchos metros cuadrados o varias plantas, lo idóneo sería utilizar la frecuencia de 2.4 GHz en los lugares más alejados del router y los 5 GHz en los más cercanos.
A la hora de jugar, la velocidad puede significar la victoria o la derrota; también es importante a la hora de consumir contenido multimedia, como en el caso de Netflix o HBO. Como resulta obvio, cuanto más cerca del router estén, mejor.
En otros dispositivos, la cobertura prima mucho más que la velocidad, por lo que sería mejor escoger los 2.4 GHz. Los smartphones serían uno de los ejemplos; pero, depende del uso que le vaya a dar cada uno, quizás determinados usuarios prefieran la velocidad. Si el dispositivo empleado se encuentra lejos del router, los 2.4 GHZ también deberían tener prioridad. Equipos inteligentes instalados en baños o cocinas serían los ejemplos perfectos.
Vía: Omicrono