El mundo de la certificación de competencias no es nuevo para Fundación Proydesa. Este concepto tiene más de 30 años, y fue utilizado por primera vez por David McClelland, quien con sus investigaciones demostró que las evaluaciones tradicionales eran insuficientes para predecir un desempeño exitoso.
A través del tiempo han surgido diferentes definiciones que podrían resumirse en la capacidad de desarrollar eficazmente un trabajo, utilizando los conocimientos, habilidades, destrezas y comprensión necesarios, así como los atributos que faciliten solucionar situaciones problemáticas.
Con la intención de medir la tendencia de nuestra población usuaria en términos de certificación en la industria IT lanzamos una encuesta, cuyos resultados nos parecen reveladores:
- El 60% de los respondentes está certificado en CCNA, la certificación entry level en networking de Cisco Systems.
- El 15% cuenta con otro tipo de certificación.
- En tercer lugar se encuentran los certificados en leguaje de programación Java.
- Las restantes certificaciones de Cisco Systems ocupan el cuarto lugar con un 9%.
- Las certificaciones de Oracle, por su parte, representan el 7% en su conjunto.
- Nuestro país ha recorrido —en algunos aspectos— un camino errático en términos de capacitación de recursos humanos, reaccionando muchas veces en forma espasmódica a las necesidades que ha planteado el mercado, sobre todo a partir de la explosiva incorporación de tecnología en la década del noventa.
Estos datos de la realidad aportan ahora una nueva visión: el mercado no solo debe cubrir las necesidades de recursos humanos calificados, sino que debe hacerlo en un marco de competitividad. Y en este sentido, el elemento diferenciador se concentra cada vez más en la calidad. No solo en la calidad de los productos, calidad de los servicios, calidad de los procesos.
Ahora hablamos de la calidad de los recursos humanos capacitados.