¿Por qué vamos necesitar Redes 5G?
El 5G fue una de las tendencias principales del MWC 2017 pero, ¿qué es el 5G exactamente? Y sobre todo, ¿para qué necesitamos una nueva generación de redes móviles?
En pleno año 2017, miles de millones de dispositivos están conectados a la red 4G LTE. Hace solo 5 años, mucha gente se preguntaba si realmente nos iba a servir para algo una nueva generación de red móvil. Hoy en día, es evidente que ha supuesto un salto sustancial en la calidad de nuestras conexiones.
Sin embargo, hace ya tiempo que se está hablando del 5G, y en el MWC fue tendencia. Y la pregunta vuelve a ser la misma: ¿realmente necesitamos otras generación de red móvil? La respuesta es que sí, el 5G va a ser muy necesario en el futuro. especialmente para un correcto funcionamiento del Internet de las Cosas.
En primer lugar, hay que tener en cuenta que no existe aún una tecnología 5G oficial. Aún no existe un estándar universal en el que las marcas se hayan puesto de acuerdo sobre qué es el 5G o qué mínimos debe cumplir una red para considerarse tal.
El 5G es por ahora un concepto en desarrollo, y no será hasta 2020 que lo empezaremos a ver en funcionamiento. Después comenzará a extenderse poco a poco hasta que se convierta en la tecnología habitual.
Sin embargo, sí que sabemos que dirección va a tomar el 5G y en qué aspectos va a crecer más. Aunque por supuesto habrá un aumento de velocidad de subida y bajada de datos, no será el cambio principal que ofrezcan las redes 5G como sí lo fue en el salto de 3G a 4G. Los cambios más importantes que va a introducir el 5G serán en materia de latencia y bandas de frecuencia.
La necesidad de una nueva generación de red móvil viene ligada al Internet de las Cosas (IoT). Y ahí es donde entra en juego la ampliación de bandas de frecuencia y la reducción de latencia.
A día de hoy hay 7000 millones de dispositivos conectados a Internet. Se espera que con el auge del IoT haya 20000 millones de dispositivos conectados y Huawei aumenta la cifra hasta 100000 millones para 2025. El 5G nace principalmente por la necesidad de crear una red que soporte muchos más dispositivos.
La redes móviles operan en una serie de bandas de frecuencia, y cuando hay demasiados dispositivos conectados en una misma frecuencia en una misma zona, se producen interferencias. La principal ventaja de la red 5G es que operará en una variedad de espectros mayor que el 4G. De esta forma, muchos más dispositivos se podrán conectar en una misma zona sin sufrir interferencias.
Por otra parte, también muy relacionado con el Internet de las Cosas, está el apartado de la latencia. La latencia es básicamente el tiempo de respuesta antes de que un dispositivo pueda establecer conexión, independientemente del ancho de banda. Una latencia baja es importante para todos aquellos dispositivos que tengan que reaccionar rápidamente.
Esto será crucial en aspectos como el tráfico. Si tu coche autónomo, los semáforos e incluso las señales de tráfico dependen de Internet, una latencia baja puede salvar vidas. Las redes 4G tienen un tiempo un tiempo de respuesta de entre 50 y 150 milisegundos. Se espera que el 5G reduzca ese tiempo por debajo de 10 ms.
En definitiva, el 5G es mucho más que una simple evolución como en su día fue el 4G. Aunque el 4G fue importante, se limitó a permitirnos hacer lo mismo más rápido. El 5G, por contra, va a traer cambios que necesitamos para el futuro. Un futuro con más y mejor Internet.
Mikko Hypponen: "Los expertos en seguridad informática ya no protegen computadoras, sino a toda la Sociedad"
Más allá de intuir que Estados Unidos o Rusia van por delante, en la nueva carrera armamentística desconocemos por completo la capacidad ofensiva de los contendientes. Desgraciadamente, los recursos militares ya no se podrán contabilizar como los soldados, los tanques o los drones. Tampoco bastará con atemorizar al resto de países con la mera posesión del arsenal, como sucedía con el nuclear. Habrá que exhibir la fuerza.
“ La niebla de la ciberguerra” es la expresión que ha utilizado el prestigioso experto en seguridad Mikko Hypponen para explicar por qué el conflicto que se avecina es completamente diferente a todos los que se han vivido hasta ahora. “El poder de las ciberarmas no está en la disuasión, el poder de las ciberarmas está realmente en usarlas”, ha asegurado el investigador en el congreso de seguridad Rooted CON. “Las ciberarmas son efectivas, asequibles y fáciles de negar, una gran combinación”.
Hypponen es uno de los expertos en seguridad informática más reputados del mundo. Lo avala un cuarto de siglo trabajando en el sector. Responsable de investigación de la compañía finlandesa F-Secure, ha luchado contra el ‘malware’ prácticamente desde la aparición de los primeros virus para ordenador. Además de proteger a empresas de la talla de Twitter, Hypponen ha ayudado a resolver casos de cibercrimen a autoridades de Estados Unidos, Europa y Asia y evangeliza sobre los futuros desafíos de la ciberseguridad
Hypponen dice “no tener problemas” con que los gobiernos utilicen tecnologías ofensivas para investigar delitos, pero sí reclama que los ciudadanos exijan “transparencia y responsabilidad”. “Tenemos que demandar transparencia en la fuerza ciberofensiva, por ejemplo, con una publicación estadística de aplicación de la ley”, reclama el experto.
También ha mostrado su preocupación por los peligrosos ciberatacantes del futuro: los terroristas. A diferencia de los actuales ('hacktivistas', ciberdelincuentes y gobiernos), podrán realizar ciberataques “que no tengan sentido”, más peligrosos que los actuales. ¿Qué ocurriría si, por ejemplo, difundieran una suerte de Stuxnet modificado que infectara a las fábricas de forma aleatoria?
La futura amenaza ya preocupa a Estados Unidos: en 2015, uno de sus drones asesinó al entonces líder de los ciberdelincuentes del ISIS. Aunque este experto, que ha seguido la pista a los grupos terroristas, sostiene que “el Estado Islámico no tiene una buena capacidad para lanzar ciberataques”, sí cree que el ciberterrorismo será un problema en el futuro. “No está mejorando, está empeorando. Espero que nunca tengamos que ver ciberterrorismo, pero me temo que lo veremos”, defiende Hypponen.
La red de bots Mirai, propagada a través de dispositivos conectados a la internet de las cosas, estuvo detrás de un ataque de denegación de servicio (DDOS) que dejó sin internet a gran parte del territorio estadounidense hace unos meses. “Hablamos con un montón de gente que había activado la ‘botnet’ Mirai y no les preocupaba porque su dispositivo todavía funcionaba”, destaca Hypponen.
Por eso, el analista finlandés considera que ni usuarios ni gobiernos están todavía concienciados de los peligros de los dispositivos conectados. “A través de internet los criminales podían alcanzar todos los ordenadores, a través del internet de las cosas pueden alcanzar todo. El internet de las cosas está convirtiendo el mundo en una enorme máquina conectada a internet”.
“La gente aprenderá cuando vayan a sus coches y no arranquen porque haya una nota de un ‘ransomware’ [un ‘software’ malicioso que secuestra el dispositivo infectado] y tengas que pagar un bitcóin para llevarte tu coche”, augura Hypponen. “Veremos a los troyanos de ‘ransomware’ trasladarse de los ordenadores a la internet de las cosas”.
Proteger nuestra privacidad ‘online’ es otra de las inquietudes de Hypponen: “Al igual que el petróleo nos trajo prosperidad y problemas, los datos nos traerán prosperidad y problemas”. Un nuevo desafío al que tendrán que enfrentarse los expertos en seguridad. De ahí que este investigador haya alertado a los asistentes de la Rooted CON de su nuevo rol: “Vuestro trabajo no es proteger a los ordenadores, vuestro trabajo a partir de hoy es proteger a la sociedad (...) Tenemos probablemente una responsabilidad mayor de lo que nunca hubiéramos imaginado”.
“Si alguien me hubiera dicho hace 25 años que todo iba a funcionar con ordenadores que tendríamos que proteger, no lo hubiera creído. Si alguien me hubiera dicho hace 25 años que los gobiernos ejecutarían ‘malware’, no lo hubiera creído. Si alguien me hubiera dicho hace 25 años que los grupos terroristas estarían interesados en el ciberterrorismo, no lo habría creído”, enumera este célebre investigador.
¿Cómo prevenirse ante caídas en la Nube como AWS?
La caída temporal de AWS del pasado martes puso en evidencia la capacidad de muchas empresas para seguir operando si se interrumpen los servicios web. ¿Estamos listos para un eventual apagón de la nube?
Los teléfonos de los departamentos de TI de muchas empresas echaban humo el pasado martes. Páginas web caídas, ecommerce innacesibles… Amazon Web Services (AWS) fue responsable de este apagón, ya que sus servidores S3 (Simple Storage Services) comenzaron a registrar errores, afectando a los sitios y servicios web de empresas de todo el mundo.
El caos se extendió en toda la red, afectando a páginas de las administraciones, portales de comercio electrónico, compañías de servicios tecnológicos, etc. Y esto se traduce en importantes pérdidas económicas, afectando incluso a la reputación de las compañías. Pero de las crisis también se aprende y la caída de la nube de Amazon debe servir para hacer una reflexión
Como explica César Funes, Technical Partner Enablement Manager EMEA South Region de Commvault, “podemos extraer una lección importante: es vital saber dónde vive nuestra información y con qué rapidez se pueden recuperar los datos de negocio”. Así pues, apunta algunas claves para poder minimizar los riesgos ante situaciones como ésta.
En primer lugar, recomienda administrar los datos por región. Si falla el servicio en un área, hay que saber dónde están localizados los datos. Hay empresas que han descubierto dónde se ubican su información a raíz de la caída de AWS. “Se necesita un panel que muestre rápidamente qué datos se ven afectados por una interrupción, lo que permitirá crear un informe rápido y tener las respuestas antes de que el CIO llame”, afirma Funes.
Además, si los datos están en una región determinada, recomienda tener una copia de seguridad completa en otra, con el fin de recuperarlos rápidamente si hay una interrupción en aquella. Así se garantiza la posibilidad de seguir operando. “El backup es fundamental. Los datos y servicios críticos nativos de la nube deben garantizar que las copias de seguridad estén programadas en/a través/desde la nube para que sus datos estén disponibles. El backup automatizado, y la capacidad de verificarlo, harán que su vida sea mucho menos estresante”, declara Funes.
También advierte que se debe tener prevista la manera de recuperar la información para reanudar el servicio cuanto antes. “¿Qué pasa si todos sus datos están en formato Amazon AMI y nuestra infraestructura local es Microsoft Hyper-V o VMware? ¿Cómo se cambia el formato de los datos para hacerlos utilizables? Se necesita portabilidad para mover datos entre ubicaciones y entre plataformas, una flexibilidad que va más allá de lo que las herramientas nativas de la nube pueden ofrecer hoy.
Si un origen no está disponible, se debe habilitar la recuperación entre diferentes sitios e hipervisores. Si el sitio original no está disponible, se necesita flexibilidad para restaurar esos datos localmente, en otra región de AWS, en Microsoft Azure, en Oracle Cloud o en otros”, especifica.