¿Cómo fue el ataque DDOS que volteó a Twitter, Spotify y otras webs al mismo tiempo?
Un ataque DDOS ha conseguido bloquear Twitter y otras webs, pero ¿cómo es posible que los atacantes hayan afectado a tantas webs al mismo tiempo?
Cada vez es más común hablar de ataques DDOS ; sin duda se han convertido en el arma preferida de los que quieren dejar un servicio inaccesible. O simplemente quieren molestar un poco.
Gracias a la cantidad de botnets en todo el mundo, realizar ataques masivos es más fácil que nunca; todo gracias a los ordenadores infectados de usuarios que no saben lo que pasa.
Un nuevo ataque DDOS que afecta a multitud de webs
Si no sabes cómo funcionan los ataques DDOS, hay que decir que son relativamente simples. Multitud de ordenadores y sistemas se conectan al mismo tiempo a un sólo servidor, lanzando peticiones una detrás de otra.
Por muy buena que sea la conexión y lo potente que sea el servidor, es difícil responder a millones de peticiones al mismo tiempo. Así que el servidor se bloquea, y no puede responder a los usuarios de verdad.
Por culpa de uno de estos ataques DDOS, en las última horas varias webs han permanecido inaccesibles; en el momento de escribir estas líneas aún hay serios problemas en algunas.
En la lista de afectadas nos encontramos a Twitter, tal vez la caída que ha provocado más quejas. Spotify y Soundcloud tampoco han funcionado bien, dejando a millones de usuarios sin música. Incluso servicios como Github han sufrido.
Cómo un atacante ha conseguido bloquear Twitter y más webs
Un momento, pensarás. ¿Cómo es posible que un sólo ataque DDOS haya tirado tantas webs? Pues porque en realidad el ataque no va dirigido directamente a esas webs, sino a un tercero.
El motivo por el que no hayas podido entrar en estas webs es porque el ataque ha sido sufrido por un proveedor DNS. Cuando te conectas a una web, no te conectas a “www.proydesa.org”, sino que el navegador pregunta a un servidor DNS qué dirección IP tiene esa web.
En concreto, el ataque ha sido dirigido a DynDNS, que es el proveedor de todos los servicios nombrados y más. Aún no hay datos concretos de la magnitud del ataque, pero probablemente será bastante importante. No todos los días se tira abajo una estructura como esta, que afecta a tantísimas webs.
Lo curioso es que, dependiendo de dónde vivas, puede que este ataque no te haya afectado. Eso es porque las peticiones han ido a parar a otro servidor; así que puede que puedas visitar algunas webs, y otras no.
Las predicciones tecnológicas más desafortunadas de la historia
“La radio no tiene futuro. Las máquinas voladoras que pesan más que el aire son imposibles. Se demostrará que los rayos X son un engaño”, enumeró el genio británico William Thomson, más conocido como Lord Kelvin, en 1899. Como ya sabemos, ninguna de estas predicciones llegaría a cumplirse. Por desgracia, el vaticinio que realizó Guillermo Marconi en 1912, en la revista 'Technical World', tampoco: “La llegada de la era sin cables hará que la guerra sea imposible, porque hará que la guerra sea ridícula”. Ojalá no hubiera errado.
Son sólo dos de los más conocidos ejemplos de predicciones tecnológicas que demostraron ser absolutamente erróneas. Pero hay más, muchas más.
La idea de viajar al espacio, rezaba en un editorial 'The New York Times' en 1920, “reniega de una ley fundamental de la dinámica, y sólo el doctor Einstein y su docena de elegidos, tan pocos y tan aptos, pueden permitirse hacer eso”. Aún más contundente al respecto se mostró en 1957 el pionero estadounidense Lee De Forest, inventor del tubo de vacío: “Me atrevo a afirmar que tal viaje hecho por el hombre jamás ocurrirá, independientemente de todos los avances futuros”. Los más fanáticos de la conspiración lunar podrán decir, tal vez, que esta predicción aún tiene visos de ser cierta.
“¿Quién demonios quiere oír hablar a los actores?”, se preguntaba en 1927, en pleno auge del cine mudo y ante el surgimiento del sonoro, Harry Warner, uno de los fundadores del imperio cinematográfico que lleva su apellido. En la misma línea, Darryl Zanuck, que estaba al frente de los estudios 20th Century Fox, vaticinó en 1946 lo siguiente acerca del televisor: "La gente se cansará pronto de mirar a una caja de madera cada noche".
Las suyas no son las únicas aseveraciones cortas de miras acerca del avance tecnológico que se atribuyen a prohombres del pasado siglo. Se suele decir que Thomas Watson, presidente de IBM, cargó en 1943 contra los primitivos ordenadores, todavía entonces del tamaño de una habitación más bien grande. “Creo que hay mercado para unos cinco”, parece ser que dijo —aunque para algunos se ha sacado de contexto la frase y para otros es sencillamente falsa—.
Hasta el inventor del aparato más omnipresente en nuestras vidas, el ingeniero de Motorola Martin Cooper, dudó de la repercusión de su obra. "Los teléfonos móviles no remplazarán de ningún modo a los sistemas locales de cable", dijo en 1981. “Incluso si miras más allá de nuestras vidas, no serán lo suficientemente baratos”.
Del puño y letra del mismísimo creador del protocolo Ethernet, Bob Metcalfe, salieron las palabras más desafortunadas acerca de la Red de redes. “Predigo que internet se convertirá pronto y espectacularmente en una supernova y que colapsará de forma catastrófica en 1996”, dejó por escrito en la revista 'InfoWorld' a finales del año previo.
En noviembre de 2004, Robert McHenry, antiguo editor jefe de la prestigiosa Encyclopædia Britannica, se mofaba de la web que pronto sería no solo una competidora, sino también el último clavo en el ataúd de los viejos compendios ilustrados. “El usuario que visita Wikipedia para aprender sobre algún tema” -decía- “está en la posición de quien visita un baño público. Tal vez es obvio que está sucio, por lo que sabe que ha de tener mucho cuidado, o quizá parezca aceptablemente limpio, por lo que puede caer en una falsa sensación de seguridad. Lo que ciertamente no sabe es quién ha usado las instalaciones antes”.
Al año siguiente, uno de los fundadores de YouTube, Steve Chen, admitía albergar ciertas dudas sobre el porvenir de su proyecto. "Sencillamente no hay tantos vídeos que me interese ver", decía humildemente. Suerte para él que cientos de millones de internautas discreparan.
El más carismático y controvertido líder de Microsoft, Steve Ballmer, no tuvo la misma fortuna con sus declaraciones sobre el iPhone. En 2007, tras el anuncio de la manzana mordida, se burló públicamente del “teléfono más caro del mundo”. En su opinión, estaba condenado a ser un fiasco “porque no tiene teclado, lo que lo convierte en una no muy buena máquina de mandar emails”.
“Ahora mismo nosotros estamos vendiendo millones y millones y millones de teléfonos al año”, alardeó. “Apple está vendiendo cero”. A su favor hay que decir que no fue el único que le restó importancia al invento de Steve Jobs y los suyos. Según se cuenta, Mike Lazaridis estaba en su casa, ejercitándose en su cinta de correr, cuando vio por primera vez el iPhone en la tele. Había algo en aquel nuevo dispositivo que no le cuadraba. Era como si Apple hubiera metido un Mac dentro de un móvil. No tenía sentido.
La diferencia es que Ballmer siempre iba un paso más lejos. También en varias ocasiones disparó con balas de fogueo contra Android, su otro gran rival en la batalla por el trono de los smartphones. En 2011, por ejemplo, cargó contra lo supuestamente complicado que era utilizar los móviles con el sistema operativo de Google. “No necesitas ser un ingeniero informático para usar un teléfono con Windows, pero sí para usar uno con Android”, afirmó.
Seguro que ahora mismo hay alguien célebre, en algún lugar del mundo, diciendo que la inteligencia artificial será un fracaso (o que las máquinas dominarán el mundo), que la realidad virtual ya ha fracasado no-sé-cuántas veces o que la promesa de los coches voladores jamás será cumplida. ¿Tendrán razón? Probablemente no. A toro pasado parece muy sencillo, pero hablar sobre el futuro cuando todavía no ha llegado siempre es peliagudo.
VMware nuevamente líder en el Cuadrante Mágico de Gartner 2016
VMware se ha colocado por séptimo año consecutivo en el Cuadrante de Líderes del Cuadrante Mágico 2016 de Gartner, Inc., por su infraestructura de virtualización de servidores x86.
Según Gartner, “La virtualización (en forma de máquinas virtuales y contenedores) es un elemento facilitador fundamental para IaaS, y se utilizará para establecer servicios de nube privada, servicios de nube pública y servicios de nube híbridos interoperables. En efecto, todas las ofertas de IaaS van a depender de las máquinas virtuales o la tecnología de contenedores”.
“Desde que VMware abriera nuevos caminos en la virtualización para sistemas x86, nuestros clientes han adoptado ampliamente VMware vSphere® en toda su infraestructura para ofrecer eficiencia informática y agilidad empresarial”, dijo Mark Lohmeyer, vicepresidente de productos en la Unidad Comercial de Plataforma en la Nube de VMware. “Creemos que la posición de líder en el Cuadrante Mágico recalca el valor actual de nuestras ofertas innovadoras a los clientes en todo el mundo y reconoce nuestra visión estratégica para el futuro. Seguimos ampliando VMware vSphere para ofrecer a nuestros clientes una plataforma común que funcione con todas sus aplicaciones –tradicionales y nativas de la nube–, y tanto en nubes privadas como públicas”.
VMware vSphere: Plataforma común para aplicaciones tradicionales y nativas de la nube. VMware vSphere ofrece a los clientes una infraestructura en la nube de alta disponibilidad, resistente, y a petición, para ejecutar, proteger y administrar aplicaciones cruciales para las empresas, tanto tradicionales como nativas de la nube. VMware vSphere, la plataforma subyacente de VMware vSphere with Operations Management™ y VMware vCloud Suite®, es utilizada ampliamente por las pequeñas y medianas empresas (PYMEs), proveedores de servicios de nube híbrida y pública, y como fundamento para el mercado de la virtualización de escritorios.
Durante el pasado año, VMware ha ampliado vSphere para hacerla compatible con OpenStack y las tecnologías nativas en la nube y así mejorar la experiencia de los programadores al crear aplicaciones que utilizan API abiertas y tecnología de contenedores, a la vez que se abordan los requisitos informáticos de las empresas.
La compañía está introduciendo la capacidad para contenedores en cómputo, redes, almacenamiento y administración para ayudar a los clientes a implementar aplicaciones contenedorizadas en la producción. Las ofertas ampliadas de VMware incluyen:
VMware vSphere Integrated Containers™ : Proporciona a los departamentos de informática una vía fácil hacia los contenedores, al tiempo que refuerza sus inversiones existentes en infraestructura de VMware, personal, procesos y herramientas de administración.
VMware Integrated OpenStack. Distribución de OpenStack que permite a las organizaciones proporcionar, de forma rápida y rentable, a los desarrolladores con APIs abiertas, el acceso a la infraestructura de clase empresarial de VMware. VMware empaqueta, prueba y acepta todos los componentes de la distribución, entre ellos el código OpenStack de fuente abierta, y proporciona la distribución sin costo a los clientes nuevos y ya existentes de vSphere Enterprise Plus Edition™, vSphere with Operations Management Enterprise Plus Edition™ y vCloud Suite.
VMware Photon Platform: Nueva solución de infraestructura nativa de la nube y optimizada para contenedores y aplicaciones modernas que se ha diseñado específicamente para usar en entornos de varios inquilinos y gran escala accionados por API. Actualmente, la plataforma se compone de VMware Photon Controller, un plano de control distribuido de código abierto, el sistema operativo Photon, un anfitrión mínimo de contenedor Linux, y VMware ESXi ™. Pivotal y VMware han suministrado una pila o jerarquía nativa de la nube que incluye Pivotal Cloud Foundry y VMware Photon Platform para ayudar a las empresas a ejecutar, operar e implementar aplicaciones nativas de la nube.
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