¿Cómo aprovecha Cisco el talento humano de las empresas que adquiere?
En la industria tecnológica abundan casos de "startups" que fueron adquiridas por gigantes para potenciar áreas particulares de interés. Por lo general, los fundadores de las empresas vendidas continúan con otros emprendimientos o se pierden en el olvido.
No es el caso de Cisco Systems, cuya área llamada "Founders Forum", está integrada por los creadores de las más de 193 empresas que Cisco fue adquiriendo a lo largo de su historia. Matt Cutler es uno de ellos y pasó a integrar este "comité de notables" cuando vendió su empresa Collaborate.com.
Él, junto a 8 socios más, son integrantes del Foro. "La innovación no solo tiene que ver con lo que haces y lo que tienes en tecnología, sino también en cómo lo haces", explica Cutler.
El objetivo de esta práctica es alentar a esos ex-fundadores a seguir pensando nuevas ideas y aprovechar su experiencia para transmitírsela a los más jóvenes de la empresa. Hilton Romanski, el fundador de este grupo selecto, afirma: "No hay ninguna otra compañía que tenga a su disposición cientos de CEOS para aprovechar su experiencia". Y está en lo cierto, ya que es sabido que por el momento ninguna otra compañía del sector tiene está práctica institucionalizada.
El "Founders Forum" se reúne trimestralmente en las oficinas de San José y analiza, desde una perspectiva adquisitoria, qué áreas o empresas de interés para la compañía pueden ser sondeadas. Además, reflexionan sobre cómo mejorar el proceso de adquisición teniendo en cuenta la experiencia de sus miembros.
Romanski dice que muchos clientes ya se han beneficiado de la tarea de estos foristas. Por ejemplo, los líderes de los proveedores de SaaS comprados por Cisco han ayudado a las empresas a integrarse de forma óptima con otros servicios.
Sin embargo, en Cisco son conscientes que no podrán retener a todos todo el tiempo, pero balancean estas pérdidas empleando al resto de los equipos, como sucedió con Meraki, cuyo fundador se fue luego de 2 años pero sus ex compañeros de trabajo continúan en Cisco.
Rod Randall, otro ex ejecutivo miembro del Foro, afirma que todo esto le parece una excelente idea, ya que muchas veces el ex fundador no sabe cómo seguir luego de una adquisición. "Este Grupo es una combinación de energía, curiosidad, audacia y egos, que si son bien administrados pueden ver cosas que otros no ven", finaliza Randall.
De esta forma, Cisco reconoce el talento de estos innovadores y genera su propio dinamismo para estar a la vanguardia de un mercado muy competitivo.
Todo el poder al usuario: el proyecto que busca devolvernos el control de los datos en Internet
La red informática mundial, descentralizada en su génesis, ha caído poco a poco en las manos de unas pocas empresas que poseen la información que los usuarios generan. Así han nacido varias iniciativas para 'redescentralizar' internet y devolver a los internautas el poder sobre sus datos. En esta lucha, la tecnología 'blockchain' —el alma tras la criptomoneda bitcoin— jugará un papel esencial.
Cuando visitamos una tienda de zapatillas 'online', la página nos invita a registrarnos a través de plataformas como Facebook en un único y cómodo clic. Este sistema, conocido como Single Sign-On, evita al cliente el tedioso proceso de tener que escribir sus datos. A cambio, Facebook —o Twitter, o Google— se convierte en el garante de nuestros datos: en cualquier momento podemos entrar en la red social y revocar los derechos de acceso a nuestra información que hemos dado a terceros.
Frente a todos ellos surge Blockstack, una 'startup' que busca lo mismo... pero utilizando 'blockchain', un sistema que funciona de forma descentralizada y en el que se basa la moneda electrónica bitcoin.
'Blockchain' es una base de datos en la que todas las personas que forman parte de la red cuentan con una copia completa de toda esa información. "Es una red distribuida en la que nadie es el dueño, lo son todos y ninguno a la vez. Por eso los datos se almacenan de forma mucho más segura", explica el Blockchain CTO de Grupo Barrabés, Alberto Gómez.
La 'startup' quiere cambiar cómo nos registramos en una web, y cómo compartimos nuestros datos con las empresas. "Quieren llevar el 'blockchain' que hemos visto en el bitcoin a la gestión de identidades", aclara Gómez. La idea les acaba de dar una inversión de cuatro millones de dólares por parte de Union Square Ventures y ha atraído la atención de Microsoft, que ya colabora con ellos para materalizar Blockstack en un 'software' de código abierto que verá la luz este año.
"Empresas como Amazon y Facebook van a competir con este sistema porque quieren convertirse ellas en el Single Sign-On de todas las demás, pero Blockstack está creando sistemas de información que el resto no tiene", comenta Gómez. Tarjeta de crédito, dirección postal, talla del pie.. la 'startup' pretende crear un perfil con toda la información del usuario, cuyo acceso por parte de terceros puede controlar en todo momento.
En el caso de Blockstack, la empresa 'guardiana' es sustituida por un 'software' que los propios usuarios instalan y que almacena los datos de todos los clientes. Gómez asegura que todos guardan toda la información, "pero no pueden leerla porque está cifrada". Los sistemas de criptografía modernos permiten que "solo el cliente y la empresa autorizada" accedan a los datos.
El modelo de negocio, hablemos de Blockstack o de Facebook, es el mismo: cobrar a las empresas por conseguir esos datos. Una tienda 'online' de zapatillas, por ejemplo, puede pagar un céntimo por evitar que el usuario tenga que introducir nombre, país y correo electrónico. Gómez considera que es "muy rentable", ya que la tasa de abandono en los registros es altísima: "¿Ese céntimo hace que más usuarios llenen el carrito de la compra? Sí. ¿Compensa? Ya te digo que sí".
Los sistemas descentralizados como el bitcoin también tienen desventajas, pues detrás no hay un banco o un gigante de la tecnología que se responsabilice en caso de fraude. Por otro lado, algunos usuarios valorarán que sus datos no estén en manos de una compañía, una porción que según la experiencia de Gómez es "muy pequeña".
Blockstack no es el único proyecto que busca volver a descentralizar internet. El padre de la web, Tim Berners-Lee, lleva un par de años trabajando en Solid desde su laboratorio del MIT. La filosofía es la misma: asegurar que el usuario es dueño de sus datos y elige a qué aplicaciones los cede y durante cuánto tiempo. Pronto los internautas tendrán la libertad de elegir si quieren que su privacidad la gestione Facebook... o ellos mismos.
Reconocimiento: los primeros "surfers" de Yahoo que tuvieron que catalogar la Web en sus inicios
“Era como el Salvaje Oeste, todo era nuevo y nadie sabía cómo hacerlo”. Así describe Dave Sikula, editor, su experiencia en el directorio de Yahoo, uno de los primeros puntos de acceso a internet.
Yahoo, en su momento uno de los mayores imperios tecnológicos, se convirtió en el punto de partida de la navegación gracias a su directorio, que también tenía un buscador. A través de catorce categorías generales, miles de usuarios se sumergían cada día en la naciente World Wide Web. Aquellos años de éxito han quedado atrás y la pasada semana, Marissa Mayer, actual directora de la compañía, anunció la venta de la empresa a Verizon por 4.830 millones de dólares (más de 4.350 millones de euros).
El gigante ha caído (o eso parece) y es el momento de valorar su papel en la internet que conocemos. Sikula fue uno de los primeros ‘surfers’ que contrató la compañía y también uno de los que más tardó en despedir. De perfil polifacético, actualmente es actor, director de teatro y encuentra tiempo para seguir ejerciendo de editor. Hace dos décadas trabajaba en una librería, un empleo no muy llamativo salvo por el detalle de que se encontraba en el corazón de Silicon Valley, en San Francisco. En 1999, Yahoo lo contrató, junto a otros 15 empleados de la misma librería, para trabajar en el gran proyecto: categorizar todos los sitios web del mundo.
A pesar de que en aquella época no existían tantas webs como ahora, cuando se estima que hay más de 900 millones de páginas, ya entonces se trataba de una tarea inmensa. Alrededor de 70 personas ‘surfeaban’ todos los días para encajar cada página en una de las grandes áreas: artes, educación, negocios, deportes…
“Al principio solo buscábamos contenido, no era relevante si era malo o bueno”, explica el editor. “Luego aprendimos a filtrar. Cada semana recibíamos entre 200 y 300 solicitudes de personas que querían que incluyéramos su página en el directorio y nos colapsábamos”.
Con un perfil más editorial que tecnológico, los primeros ‘surfers’ se encargaban de recorrer la Red para recolectar todas aquellos sitios interesantes, analizarlos y otorgarles la clasificación correspondiente. “‘Surfer’ no era ningún apodo que nos pusieron", aclara Sikula. "Es el título oficial con el que nos contrataron”.
Yahoo decidió apostar por el entendimiento humano en lugar de por el desarrollo tecnológico, como haría Google años más tarde con el algoritmo que convirtió su buscador en referente. Entonces no parecía tan claro. “El directorio fue tremendamente útil en aquella época porque la tecnología de búsqueda no era muy buena. Pero luego apareció Google y nos quedamos obsoletos”, nos cuenta Jon Brooks, otro de los editores del equipo.
Al tratarse de decisiones humanas y, por tanto, bastante subjetivas, los debates eran diarios en el trabajo. “Dudábamos acerca de todo, era muy difícil decidir a qué temática pertenecía cada web. Había miles de diferencias y sitios muy dispares”, recuerda Sikula. Y aunque la idea era que todo debería ser categorizado, un tema suscitó grandes debates en la oficina: “Las mayores discusiones se dieron a causa de la pornografía. ¿Aportaba valor incluir este tipo de contenido en el directorio? Y si lo hacíamos, ¿en qué categoría? Una parte muy importante del tráfico de internet estaba dirigido a páginas pornográficas así que parecía contradictorio obviarlo”.
Hurd se encargaba de las labores financieras y el negocio. Aún así, siempre sacaba tiempo para lo que más le gustaba: la música electrónica y el 'hip hop'. Creaba nuevas clasificaciones para los géneros musicales y agregaba sitios web de DJ. “Todo el mundo tenía su responsabilidad profesional pero cada uno de nosotros teníamos un 'hobby' y nos dedicamos a explotarlo en el directorio. Trabajábamos muchas horas, no por presión, sino porque nos gustaba”.
Según recuerda el escritor, la materia que suscitaba mayor debate era la inclusión de una nueva categoría. Para crear una clasificación en el directorio, por nimia que fuera, había que pasar por un proceso muy largo. Lo primero era mandar un correo a todos los compañeros del departamento. “Nada más hacerlo, las sugerencias y críticas llenaban el buzón. Yo me encargaba de entrenar a los nuevos trabajadores y era muy divertido ver cómo se ponían nerviosos al crear una categoría. La gente se lo tomaba muy en serio”.
Una de las categorías más extrañas que ideó Dave Sikula, y que misteriosamente fue aprobada por el departamento, aludía a un fenómeno que el editor se encontró en uno de sus viajes por internet. Con el pretexto de vender objetos, la gente publicaba fotos en portales como eBay cuyo auténtica finalidad era mostrar su cuerpo desnudo en el reflejo de los diferentes productos. En inglés, esta rareza se conoce como ‘reflecto-porn’. “No recuerdo cómo lo descubrí, pero enseguida me di cuenta de que había suficientes como para hacer una nueva categoría”.
Con el tiempo, la carrera de los ‘surfers’ por etiquetar todos los sitios web se iba complicando. Cada vez más personas creaban su primera página y solicitaban entrar en el directorio. “ La gente pretendía ganar al sistema y nos intentaban convencer para que categorizáramos sus sitios donde ellos quisieran. Para mí, era mucho más gratificante navegar por mi cuenta y descubrir qué había en la fascinante Red”, confiesa Sikula.
En diciembre de 2010, tras más de once años trabajando en Yahoo, Dave Sikula fue despedido. No fue una sorpresa. Los trabajadores ya se lo esperaban tras el acuerdo que la empresa firmó con Microsoft ese mismo año. “Yahoo ha tomado muy malas decisiones, tanto las colaboraciones que ha elegido como las compras que ha dejado pasar”, opina en referencia a la oportunidad que la compañía desaprovechó al no comprar Google en 2002, cuando estaba en venta.
Cuando Yahoo firmó el acuerdo con Microsoft, su objetivo era convertirse en el mayor buscador de internet y hacer frente al gigante en que se estaba transformando Google. El plan era lograrlo mejorando la tecnología y los algoritmos. “ Se dieron cuenta de que éramos redundantes. Una mañana recibí un correo que me citaba en el despacho, al igual que a muchos de mis compañeros. Fue triste pero también un alivio. Desde hacía bastante tiempo ya sabíamos a qué atenernos. Empaqueté mis cosas y eso fue todo”, recuerda.
Para Jon Brooks, Yahoo es un ejemplo de lo efímero del éxito. “Parecía que éramos invencibles”. Pero Sikula se muestra mucho más crítico con la dirección de la firma: “Los CEO y los jefes no tenían un concepto claro de la compañía y había gente que usaba la empresa solo para enriquecerse”.
Veinte años después de la gran aventura, los tres ‘surfers’ apenas utilizan Yahoo más allá del servicio de correo. “A veces uso la ‘homepage’, pero ni siquiera veo los anuncios porque tengo un bloqueador instalado en el navegador", admite Sikula. "¿Qué es Yahoo? ¿Es un servidor de correo electrónico o una empresa de medios? En todos estos años, la compañía nunca ha tenido una visión real de lo que era. Y todavía no la veo”.