Cisco se une a Microsoft para las comunicaciones empresariales
Cisco y Microsoft anunciaron una nueva colaboración mediante la que se unen capacidades de los productos de colaboración de Cisco y de la herramienta Skype de Microsoft para negocios. Ambas empresas son grandes rivales en el mercado de la comunicación empresarial.
Chris Bottger, director de tecnología de IVCi, un proveedor de soluciones socio Gold de Cisco , considera que la firma fabricante es consciente de que no podrá convencer a “los clientes a entrar completamente en su plataforma de Cisco porque no tiene la suite de oficina o entorno de correo electrónico como el que tiene Microsoft“, por lo que, cree el directivo que, permitiendo una mayor interoperabilidad, Cisco puede dar a conocer mejor sus servicios entre los clientes de su nuevo socio, Microsoft.
El nuevo servidor de reuniones de Cisco permite a los clientes conectarse fácilmente a las personas en las salas de video de Cisco con otras personas que están usando Skype para empresas. La solución se construye sobre la base de la tecnología de Cisco, que llegó a la empresa tras la adquisición de Acano, una empresa que se especializa en colaboración de Microsoft con la que se hizo en enero por 700 millones de dólares.
La firma permite ahora que cualquiera pueda unirse a una reunión colaboración con independencia de si están utilizando los programas de sus competidores tales como Avaya o Polycom, dijo Snorre Kjesbu, director y vicepresidente general de colaboración de Cisco.
Los partners de Cisco dijo que bajo el liderazgo del CEO Chuck Robbins, quien tomó oficialmente las riendas en julio de 2015, Cisco está rompiendo barreras alrededor de la interoperabilidad y cada vez quiere colaborar de forma más estrecha con rivales como Microsoft y VMware.
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Marc Prensky: el problema no es la tecnología, sino cómo se consume
Marc Prensky es un especialista en educación norteamericano famoso por haber creado los términos "nativo digital" e "inmigrante digital", que hoy se utilizan para describir características diferenciales de distintas generaciones.
Tiene una decena de libros escritos sobre las Nuevas Tecnologías y la Educación, y cada vez que habla suena polémico porque, cómo sostiene él, se evalúan sus propuestas con categorías y concepciones del pasado.
Periodista: Usted acuñó los términos ‘Nativo digital’ e ‘Inmigrante digital’, ¿qué significan?
Marc Prensky: Se tiende a creer que los nativos digitales saben todo sobre la tecnología, pero eso no es verdad. Son personas que han nacido en la era de la tecnología y crecieron con ella, creen que determinadas herramientas y valores son importantes, entonces las emplean. Por ejemplo, utilizar una grabadora en el ejercicio periodístico. Imagináte que un periodista de hace 50 años te dice que tienes que hacer entrevistas sin la grabadora. Ellos pensarían que está loca por emplearla y tú que ellos lo están por negarse a hacerlo. Cambia la perspectiva y los puntos de vista sobre las cosas. Por ejemplo, la cuestión de la privacidad. La gente antes pensaba que la privacidad era lo más importante y ahora no piensan igual: comparten su vida en Internet, se comunican por medio de la web y vuelcan contenido disponible para cualquiera que lo quiera ver.
Periodista.: Entonces, es una cuestión de cambio de prioridades
M.P.: Sí, esa es la actitud que define a un nativo digital, mientras que los inmigrantes digitales son aquellos que nacieron sin tecnología o muy poca y tratan de imponer su visión antigua del mundo a sus hijos que ya son nativos digitales. “No tendrías que usar el computador más de una hora al día”, les dicen. ¿Y por qué no? Tú no tenías computadores cuando eras un niño, entonces no entiendes lo que es crecer con uno. Es su vida, son sus tiempos. Pero eso no significa que los adultos no puedan enseñar nada a los niños. Simplemente tenemos que ser muy cuidadosos en no adoptar actitudes de otras épocas que ya no se adecuan a las de la actualidad y no imponer esa visión anticuada a los niños.
Periodista.: Bueno, pero es que quizá si el niño está 10 horas delante del computador, deja de hacer otras actividades que le pueden beneficiar, como leer
M.P.: No necesariamente. Ahora mismo puedes leer libros a través de tus oídos, escuchándolos. La razón por la que leemos libros es para aprender sobre el comportamiento humano. Entonces, ¿por qué no aprender pero haciendo uso de los diferentes formatos disponibles? Los libros han evolucionado, así que, no es una cuestión de dejar de leer libros, sino de combinar todas las posibilidades que ofrece la tecnología para leer un libro.
Periodista.: ¿Como padre fomenta esa actitud de nativo digital en su hijo?
M.P.: Mi equilibrio en la enseñanza de mi hijo es mi mujer. Ella tiene objetivos diferentes en relación con la educación de nuestro hijo: quiere que aprenda a respetar los tiempos de las otras personas, que aprenda a comportarse bien, ella es estricta. Yo, en cambio, motivo otras habilidades, por ejemplo, que consuma toda la tecnología que quiera. Pero si no le gusta, está bien, no le fuerzo. Pero lo que hay que entender es que hoy todo es tecnología: el deporte, la música, las películas... Así que, sea lo que sea lo que le interesa, le aliento a que aprenda y utilice las nuevas herramientas tecnológicas que existen a cerca de esa materia.
Periodista.: Hay sectores que alegan que la tecnología aisla y radicaliza a los niños. ¿Qué le parecen estas afirmaciones?
M.P.: Tomemos el ejemplo de Isis y cómo emplean Internet para difundir su ideología fundamentalista. Mi consejo es que hay que tener acceso a las ideas radicales pero también a las que no lo son. Lo que no se puede hacer como padres, maestros, gobierno es permitir que la tecnología se use solo en un sentido por medio de la censura. Necesitamos un mundo en el que todo el mundo tenga acceso a toda la información que le brindan las nuevas tecnologías. De este modo, las personas podrán sacar sus propias conclusiones del mundo que las rodea. Es estúpido criticar la tecnología porque ya forma parte de la vida, es una realidad. Todo es tecnología, desde la ropa que usamos, hasta las gafas que llevo puestas o el maquillaje. Las usamos y normalizamos. Pero cuando son algo nuevo nos asustamos y decimos: "Oh, no, esto lo va a cambiar todo y va a ser terrible". Y no lo es. El problema no es la tecnología, sino cómo se consume.
Periodista.: Algunos argumentan también que la tecnología nos hace menos sociable.
M.P.: No, nos hace más sociables, mucho más. Mi hijo está en contacto con sus amigos todo el rato a través del celular. La tecnología nos hace la vida más fácil porque hay momentos en los que no queremos enfrentarnos al cara a cara y la tecnología evita que lo hagamos. Por ejemplo, cuando quieres romper con tu pareja. La tecnología nos ofrece más posibilidades en las relaciones interpersonales.
Periodista.: En un contexto de posconflicto, ¿qué importancia puede tener la tecnología ligada a la educación?
M.P.: Bueno, llegados a este punto lo importante es no retroceder a un contexto de guerra. Seamos razonables, ¿quién puede querer la guerra? (se ríe). 50 años de guerra es suficientemente terrible, ¿quién querría volver a eso?
Así que, teniendo eso claro, la pregunta es cómo empleamos la tecnología para no devolvernos a un contexto de guerra y sí para seguir avanzando.
La respuesta debe ser a través de la colaboración, el trabajo conjunto y sabiendo qué se quiere alcanzar. Si nuestro objetivo es un escenario de paz, bueno, habrá que emplear la tecnología para combatir esas acciones que quieren volver a instaurar la guerra. Cada persona tiene una visión diferente y propone soluciones diferentes, la educación y la tecnología pueden permitir llegar a un punto en común entre posturas y dar soluciones efectivas.
La auto-corrección de textos surgió para ayudar a China
Una de las primeras características que nos asombraron cuando comenzamos a utilizar los teléfonos celulares fue la auto-corrección del textos, esa que nos permitía enviar mensajes en los viejos Nokia 1100 corrigiéndonos las palabras mal tipeadas por el diminutivo tamaño de las teclas.
Sin embargo, la historia de esta innovación tiene un origen poco conocido relacionado con la necesidad que sintió su inventor, Samuel Caldwell, de "darle una mano" a la atrasada China de los años 50´. Sucede que por aquella época el país asiático estaba lejos de ser la potencia tecnológica actual y su progreso tecnológico también se dificultaba por su original sistema de escritura basado en pictogramas.
Fue entonces cuando Caldwell, un ingeniero eléctrico norteamericano, concibió una máquina llama "Sinotipo" como un medio para ayudar al entendimiento de esta nación atrasada. Cuando presentó su prototipo, el ejército destinó fondos para su desarrollo porque vio en ella una ayuda para comunicarse con el país de Mao.
Pero había un gran problema que resolver: Caldwell no sabía una palabra de chino. Entonces recurrió a un profesor de Hardvard de esa nacionalidad llamado Lien Sheng Yang para estudiar los trazos que formaban el alfabeto foráneo. Fue así que descubrió que luego de 5 o 6 trazos un algoritmo podría llegar a predecir qué pictograma se intentaba dibujar.
De esta manera Caldwell vio como su sueño comenzaba a hacerse realidad y junto a Yang recrearon un vocabulario de 22 trazos para formar 2000 palabras (22 es el número de teclas de un teclado occidental). Aunque el invento fue anunciado en 1959, la administración del por entonces presidente Einsehower le restó importancia por el riesgo que fuese una verguenza internacional.
En 1960 Caldwell falleció convencido del fracaso de su invento, pero la máquina fue renombrada posteriormente como "Chi-Coder" y "Sinotipo II". Afortunadamente -o desgraciadamente- a alguien se le ocurrió que aquel invento podría ser aplicado en el vocabulario occidental y así surgió la función "autocompletar", prima de la vieja "autocorrección".