Efecto 2038 ¿el nuevo Efecto 2000?
Era el año 1999 y quedaba muy poco para que todas las computadoras y sistemas del mundo se enfrentaran al temido “efecto 2000”. Las principales revistas de informática regalaban un disquete que te permitía comprobar si tu ordenador estaba afectado. Iba a ser el Apocalipsis de las máquinas, el fin del mundo, todo iba a dejar de funcionar… y finalmente, nada. En un altísimo porcentaje de los casos se corrigió sin problemas y todo siguió funcionando. Este “efecto 2000” podría repetirse en unos años, sólo que ahora se llamará “efecto 2038”.
Todos los sistemas siguieron funcionando perfectamente y las empresas se actualizaron a tiempo para evitar cualquier problema. Bastó con retocar el código más viejo y adaptar algunos sistemas para añadir cuatro dígitos al año y terminar con el problema para siempre. ¿Para siempre? Bueno, ahora tenemos en el horizonte otro “bug” informático que se ha bautizado como “efecto 2038”.
El “efecto 2038” o Y2K38 se producirá cuando pasen 7 segundos de las 3:14 de la madrugada del martes 19 de enero de 2038. No es algo que esté a la vuelta de la esquina, pero esto nos da un montón de tiempo para abordarlo y solucionarlo sin tener que llegar a las cotas de pánico del efecto 2000. El problema afecta a las aplicaciones que utilicen la representación del tiempo basada en el sistema POSIX.
POSIX es Portable Operating System Interface, con la X de UNIX. En este sistema encontramos la normalización de algunos de los estándares de las aplicaciones multiplataforma. Entre ellos, el que nos afecta es el encargado de medir el tiempo en los sistemas de 32 bits y el que utilizan en sus relojes.
Concretamente, se basa en contar los segundos transcurridos desde el 1 de enero de 1970 a las 00:00:00. Es decir, el reloj de muchos de los sistemas es un mero contador de segundos que suma una unidad con cada uno que pasa. Después se convierte al sistema estándar de día – mes – año – hora – minuto y segundo para tener la fecha.
El contador de segundos se define como un entero de 32 bits con signo, pudiendo representar un rango entre -2 147 483 648 y 2 147 483 647 (-231 y 231-1). El último segundo representable con este formato corresponderá a las 03:14:07 del 19 de enero de 2038. Un segundo después, el contador se desbordará y saltará al valor más bajo, es decir, -2 147 483 648.
En ese momento, los sistemas que cuentan el tiempo de esta forma “volverán” a 1901, concretamente al 13 de diciembre de ese año, confundiendo así la fecha real del sistema. Básicamente, ocurrirá algo similar al efecto 2000 y es que los sistemas pensarán que estamos en una fecha muy diferente con los problemas que eso puede acarrear.
Por el momento, nadie ha sabido afirmar a ciencia cierta lo que ocurrirá si no se soluciona el problema en algún sistema. Puede que haya sistemas donde no termine de pasar nada mientras otros dejen de funcionar o muestren un comportamiento totalmente erróneo.
Esto puede resultar especialmente problemático en sistemas que utilicen POSIX para contar el paso del tiempo como algunos sistemas de vuelo, GPS o automóviles. En todos ellos se utiliza algún reloj de este tipo. También los servidores de Internet, routers o puntos de acceso WiFi.
El problema no afectará a muchos dispositivos actuales. Todos los basados en 64 bits no sufrirán de estos problemas ya que manejan combinaciones de muchos más dígitos binarios. Esto permite un rango de fechas muy superior. Eso sí, si queda alguno vivo para el 4 de diciembre de 292.277.026.596 es posible que tenga algún problemita con sus sistemas. (Esto corresponde a 220 veces la edad aproximada del Universo)
El problema, como siempre, son los sistemas más antiguos que no son compatibles con 64 bits o en los que sería muy cara la migración. Por suerte, los expertos en la materia tienen 22 años por delante para buscar una solución, tiempo más que suficiente para evitar campañas del miedo.
El nuevo estándar 802.3bz llevará 5 gigabits por segundo a tu Red
Durante años hemos utilizado (y por qué no exprimido) múltiples dispositivos Ethernet con una velocidad máxima de un gigabit por segundo. Alcanzar dicha velocidad no depende solamente del hardware, sino también del cableado, y aunque parezca mentira, el «gigabit por segundo» está a punto de convertirse en un cuello de botella. El nuevo estándar 802.3bz busca dar el siguiente paso, elevando el máximo a 2.5 gigabits por segundo con cables Cat 5e, y 5 gigabits por segundo sobre cables Cat 6.
Hay muchas oficinas y fábricas allá afuera con cables Cat 5e que no han sido certificados para alcanzar una especificación superior. En otras palabras, el famoso «gigabit por segundo» no está al alcance de todos, y la situación es aún más difícil si hablamos del siguiente escalón, el 10GBASE-T. De allí surgió la necesidad de crear un nuevo estándar que sirva como «puente», el cual permita reutilizar instalaciones existentes. Así llegamos a los modos 2.5GBASE-T y 5GBASE-T, ambos bajo la especificación 802.3bz.
Básicamente, el estándar establece una velocidad máxima de 2.5 gigabits por segundo con cables Cat 5e, y de 5 gigabits por segundo en el caso de cables Cat 6. La base (o «capa física») para los modos 2.5GBASE-T y 5GBASE-T proviene del antes mencionado 10GBASE-T. La cantidad de «bits por Hertz por canal» se mantiene intacta en 6.25, pero el ancho de banda espectral reduce al 25 por ciento en conexiones de 2.5 gigabits (100 MHz), y al 50 por ciento en 5 gigabits (200 MHz). Al no cumplir con las exigencias específicas de 10GBASE-T, los cables no requieren tanto blindaje y protección. El estándar también incluye optimizaciones para otras funciones, incluyendo a PoE.
802.3bz fue aprobado en lo que muchos ven como tiempo récord, lo que destaca la necesidad del nuevo estándar. Las velocidades máximas en conexiones inalámbricas han salido disparadas, colocando al «Ethernet gigabit» en un plano inferior. Con un simple reemplazo de hardware, instalaciones de todo el mundo podrán acceder a transferencias superiores y posponer por más tiempo la costosa inversión asociada al reemplazo total de cables, que puede ascender a cientos de miles de dólares en ciertos lugares.
Fuente: Ars Technica
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Cisco se une a Microsoft para las comunicaciones empresariales
Cisco y Microsoft anunciaron una nueva colaboración mediante la que se unen capacidades de los productos de colaboración de Cisco y de la herramienta Skype de Microsoft para negocios. Ambas empresas son grandes rivales en el mercado de la comunicación empresarial.
Chris Bottger, director de tecnología de IVCi, un proveedor de soluciones socio Gold de Cisco , considera que la firma fabricante es consciente de que no podrá convencer a “los clientes a entrar completamente en su plataforma de Cisco porque no tiene la suite de oficina o entorno de correo electrónico como el que tiene Microsoft“, por lo que, cree el directivo que, permitiendo una mayor interoperabilidad, Cisco puede dar a conocer mejor sus servicios entre los clientes de su nuevo socio, Microsoft.
El nuevo servidor de reuniones de Cisco permite a los clientes conectarse fácilmente a las personas en las salas de video de Cisco con otras personas que están usando Skype para empresas. La solución se construye sobre la base de la tecnología de Cisco, que llegó a la empresa tras la adquisición de Acano, una empresa que se especializa en colaboración de Microsoft con la que se hizo en enero por 700 millones de dólares.
La firma permite ahora que cualquiera pueda unirse a una reunión colaboración con independencia de si están utilizando los programas de sus competidores tales como Avaya o Polycom, dijo Snorre Kjesbu, director y vicepresidente general de colaboración de Cisco.
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