Así será el retrovisor inteligente
En varias ocasiones hemos hablado de cómo el retrovisor tiene que renovarse, tanto el interior como los exteriores, y las opciones que contemplan todos los fabricantes es sustituirlos por cámaras que hagan desaparecer los problemas de los espejos: suciedad y ángulos muertos.
Ficosa junto a Panasonic han presentado un retrovisor inteligente bajo el nombre de IRMS que esperan sea el modelo que usen todos los fabricantes para sustituir sus viejos retrovisores. Y es que un coche que lleve un paquete tecnológico no puede basar la visibilidad del usuario en rudimentarios espejos.
¿Qué hace este retrovisor inteligente?
Lo primero es que el sistema se basa emplea pantallas y cámaras, pero también tiene la función clásica de espejo por lo que el usuario puede tener lo mejor de ambos mundos. Por un lado el espejo al que tan acostumbrado está y por otro la posibilidad de ver lo que retransmite la cámara en la pantalla del retrovisor.
Es importante no confundirlo con un retrovisor que muestra la imagen que proyecta la cámara de marcha atrás. En este caso hablamos de un retrovisor capaz de mostrar lo que sucede detrás del coche sin importar el sentido de la marcha.
Si el usuario decide usar la función de la cámara experimentará una ampliación del campo de visión trasero de hasta el 50%, el doble si lo comparamos con un retrovisor convencional, por lo que los ángulos muertos se reducen casi a la mínima expresión a la vez que se atenúan los deslumbramientos.
Pero también puede darse el caso de que queramos tener ambas visiones a la vez, con este retrovisor inteligente es posible dividir la pantalla o incluso añadir más cámaras para el control de las filas traseras en el caso de coches muy grandes o de otras partes del vehículo.
Los responsables esperan que en 2018 podamos ver los primeros coches equipados con este sistema pero antes toca sortear las barreras legales que permitan sustituir el uso de un espejo por el de una cámara.
La tipografía "Wingdings" y sus cualidades "proféticas"
A mediados de los años 80 y principios de los 90 no era una tarea sencilla incluir imágenes en documentos de texto bien por la dificultad de encontrarlas, o bien porque su tamaño era demasiado pesado para las capacidades de los discos duros de aquellos entrañables ordenadores. Y si todo eso era superado, llegaba la dificultad de trabajar con las imágenes y el texto en programas de edición con muchas limitaciones técnicas. Es en este contexto donde Wingdings se erigió como la herramienta perfecta para enriquecer los documentos.
Un matrimonio de diseñadores que se encontraban a la vanguardia de las tendencias de la creación de tipografías a mano en la pujante nueva era digital, compuesto por Charles Bigelow y Kris Holmes, fueron los responsables del surgimiento de esta fuente. Protegidos del legendario diseñador Hermann Zapf gracias a su excelente curriculum, crearon la tipografía Lucida como parte de su trabajo.
Poco después Microsoft compró los derechos de toda la tipografía Lucida y combinó sus iconos favoritos creando una nueva tipografía a la que denominó Wingdings y que incluyó en la beta de Windows versión 3.0. Esta fue la primera versión de Microsoft Windows que consiguió un significativo éxito comercial vendiendo 2 millones de copias en los primeros seis meses desde su lanzamiento.
Hasta el día de hoy algunas personas no entienden muy bien por qué cuando editan un documento de Microsoft Word y buscan diferentes fuentes se encuentran una que en vez de letras contiene símbolos, lo que ha llevado a situaciones curiosas. Y es que según declara Bigelow, “Wingdings causó más emoción que la que Microsoft esperaba". De hecho, he aquí algunos ejemplos de hasta dónde ha llegado la rumorología sobre las cualidades ocultas de esta visual tipografía:
Nueva York antisemita
Poco después de su lanzamiento se descubrió que la secuencia de caracteres de la popular abreviación de New York City (NYC) en Wingdings era representada con el símbolo de la calavera y las tibias, acompañado por una Estrella de David y terminada con una mano con el pulgar levantado en gesto de aprobación. Microsoft declaró, como es lógico, que no se trataba más que de una casualidad pero en versiones posteriores de esta tipografía se modificó esta relación de caracteres pasando a representarse con los símbolos de un ojo, un corazón y el skyline de una ciudad.
Wingdings y la profecía del 11S
También con la ciudad de Nueva York como protagonista, después de los terribles acontecimientos ocurridos en 2001 se difundió un correo electrónico masivo informando que al escribir “Q33 NY” (supuestamente el número de vuelo del primer avión que se estrelló contra las Torres Gemelas) se representaba gráficamente como una avión volando (Q), dos torres (33), seguido por el símbolo de la calavera y las tibias (N) y finalizando con la Estrella de David (Y). Afortunadamente, se desmontó este bulo de forma inmediata debido a que ningún avión o vuelo involucrado con el 11S respondía a esa identificación.
3 errores en redes sociales que sabotean tu búsqueda de empleo
Imagina la búsqueda de empleo como un espejo de doble vista. De un lado estás tú, una persona que busca en Google todo sobre el empleo que desea o la compañía para la que quiere trabajar. Del otro lado está tu empleador potencial, quien también puede entrar a la web para saber lo más que se pueda sobre ti.
Pero, ¿las empresas realmente se toman el tiempo de teclear el nombre de sus candidatos en la red? Sí. Un estudio de la Society for Human Resource Management (SHRM) indica que 84% de los empleadores reclutan vía social media, mientras 43% ha seleccionado candidatos a través de redes sociales y motores de búsqueda.
El resultado puede funcionar a favor o en contra del candidato de acuerdo con su manejo de estas plataformas, ya que, de acuerdo con el mismo documento, 36% de las empresas descalificaron a los aspirantes tras buscarlos en línea.
1. Eres reservado
Si los reclutadores no pueden encontrarte en la web, no es una buena señal porque parece que tienes algo que esconder o nada de mostrar, lo que puede mandar tu currículum al final de la lista.
"Definitivamente me preguntaría sobre los antecedentes de un profesional en tecnología que no se encuentra en redes sociales, en comparación con alguien que tiene una buen presencia en Twitter y LinkedIn, pero prefiere que sus asuntos personales se mantengan de forma privada en Facebook”, menciona Dawn Edmiston, profesora asociada de Marketing en College of William and Mary.
¿Qué hacer? La clave es trazar una línea entre quien eres a nivel personal y profesional. Está bien si tu cuenta de Twitter es privada, pero es mejor si lo usas para demostrar quién eres profesionalmente y lo que puedes aportar.
2. Compraste followers
El número de seguidores que tiene un candidato no es tan relevante, es más importante saber quiénes lo siguen.
Si son influenciadores o líderes de tu industria, podría tener mayores beneficios que tu número de followers, explica Lia Haberman, social lead de Livestring.com; “es algo clave porque si estás bien conectado, puedes tener gran impacto pese a contar con pocos seguidores”.
¿Qué hacer? Los empleadores están interesados en saber cómo usas las redes sociales para interactuar, construir relaciones y expresarte. Procura emplear estas plataformas para conectar con influenciadores, líderes, organizaciones y publicaciones en tu industria.
3. No eres activo
Si tienes redes sociales pero rara vez escribes algo en ellas o tu perfil está incompleto, tienes que hacer algo al respecto.
Ser activo muestra que sabes cómo interactuar con una audiencia”, dice Michelle Brammer, directora de marketing de la firma eZanga. Las redes sociales son tu oportunidad de demostrar tu habilidad para hacer networking, interactuar con otros y curar contenido.
¿Qué hacer? Comprométete a crear tu marca en el mundo online, incluso si sólo compartes o replicas contenido de otros sitios un par de veces por semana. Lia Haberman, menciona que al reclutar candidatos, revisa sus redes sociales para saber qué tipo de contenido publican, especialmente en Twitter e Instagram.